La Consejería de Empleo e Industria ha iniciado ya la habitual ronda de controles de mercado coincidiendo con la campaña de Navidad, para la que ha programado visitas de inspección a un mínimo de 140 establecimientos comerciales de Castilla y León. Esta vigilancia se centra en la comprobación del correcto etiquetado de los productos y del cumplimiento de la normativa de seguridad, particularmente en el caso de los juguetes y de las luminarias típicas de estas fechas. El objetivo final es garantizar la protección de los derechos de consumidores y usuarios.
La Campaña Autonómica de Inspección de Consumo para la Navidad contempla actuaciones específicas de control sobre productos de alimentación, artículos de regalo y juguetes a la venta en establecimientos de comercio minorista de la Comunidad en una época del año en la que aumentan significativamente la oferta en el mercado y el gasto de las familias.
La labor general de los técnicos está orientada a verificar y asegurar que las empresas respetan la legislación en materia de consumo, tanto en lo que se refiere a la publicidad de las ofertas, como al marcado de precios, al régimen de garantía y a la existencia de hojas de reclamación en las tiendas.
Para esta Navidad, la Dirección General de Comercio y Consumo ha asignado a las secciones de Consumo de las nueve provincias visitas de control a un mínimo de 140 locales, repartidas de la siguiente forma: 30 ubicados en León; 28 en Valladolid; 20 en Salamanca; 16 en Burgos; 12 en Zamora; 10 en Ávila, Palencia y Segovia, respectivamente, y cuatro en Soria.
Estas inspecciones conllevan la práctica de al menos 840 actuaciones de comprobación, de las que 180 se efectuarán en León; 168 en Valladolid; 120 en Salamanca; 96 en Burgos; 72 en Zamora; 60 en Ávila, Palencia y Segovia, respectivamente, y finalmente 24 en Soria.
En concreto, los técnicos revisarán en primer lugar que la oferta, promoción y publicidad de bienes y servicios se lleve a cabo cumpliendo las prescripciones legalmente establecidas, de tal forma que el consumidor pueda disponer de información veraz que no le induzca a error en la adquisición de los productos o la contratación de servicios. Así, los precios de venta al público exhibidos deben ser coincidentes con los marcados para los artículos en el interior del local.
También serán objeto de supervisión la disposición para el cliente de hojas de reclamación, la entrega de la garantía en el caso de los bienes de naturaleza duradera y la publicidad de información sobre las distintas formas de pago, así como sobre el período, la forma de devolución de los productos y sus condiciones, ya sea en efectivo o mediante la emisión de un vale sin caducidad o renovable.
La Campaña Autonómica de Inspección de Consumo pone el foco en dos artículos especialmente demandados en estas fechas: los juguetes –al estar dirigidos a un público infantil que requiere de una especial protección– y las guirnaldas navideñas –por tratarse de elementos eléctricos cuya manipulación puede implicar un riesgo para la seguridad de las personas–.
Comprobaciones de seguridad y consejos para la compra de juguetes
En el caso de los juguetes, las comprobaciones se centran en verificar que disponen del marcado CE en un lugar visible, de forma legible e indeleble –lo que acredita el cumplimiento de las normas de seguridad y es garantía de calidad– y que el fabricante o importador está debidamente identificado.
También se revisa que el manual de advertencias y / o instrucciones esté redactado en castellano. Se trata de un aspecto importante porque debe contener las pautas para un uso adecuado que evite riesgos para el menor, alertas sobre la posible toxicidad de sus componentes y directrices sobre la edad mínima recomendada para su disfrute.
La Consejería de Empleo e Industria aconseja a los adultos que en la elección de los juguetes tengan en cuenta la edad del niño y respeten las indicaciones del fabricante, prestando especial cuidado con los de menor tamaño o con los que contengan piezas pequeñas que pueden conllevar riesgos de asfixia.
Además, han de considerar las capacidades del pequeño y las que se desean potenciar –fuerza, habilidad manual o madurez intelectual, entre otros–, así como las características del entorno o la presencia de compañeros para el juego. Los juguetes deben ser conservados en buen estado, ya que su deterioro puede repercutir en las condiciones de seguridad y convertirse en un factor de riesgo para los destinatarios.