La directora general de Turismo anima a proyectar con "experiencias" la trufa negra de Soria

Este sábado y con 17 ediciones atrás, ha sido abierta la Feria de la Trufa de Soria en Abejar. Un evento en el que se dan cita cerca de una treintena de expositores y que en jornadas previas ha acogido aulas de cocina así como la presentación de una nueva colección de joyería inspirada en el valorado y reconocido hongo que se cría en los montes sorianos.

A la inauguración acudía la directora general de turismo, Estrella Torrecilla, quien tras alabar la trayectoria de este evento, ha apuntado que la cita que ahora se celebra supone "posicionar a Soria como destino turístico nacional". Algo que pasa por la "experiencia" que deben percibir y sentir los visitantes, actores de cualquier iniciativa turística. "El turista no solo quiere ver la vaca, también ordeñarla. No solo quiere ver un botijo, sino beber de él", ejemplificado.

Por ello ha animado a seguir en la línea de hacer cómplice al visitante con el motivo que visita. "El turista no quiere ver la trufa, quiere cultivarla, ayudarla, saber cómo se extrae con perro en el monte, y cómo se implementa en la cocina, ya que es un producto gastronómico de referencia".

La responsable del ramo en la región ha indicado el buen estado de salud de la producción de trufa negra en Soria, provincia que acapara el 30% del volumen nacional, lo cual supone un "posicionamiento internacional", ya que "en todas las cocinas del mundo es un elemento de grandísima calidad".

Siempre bajo el concepto turístico, Torrecilla ha incidido en que la Consejería del ramo apoya a los truficultores con eventos como el Soria Gastronómica, que en su última edición el pasado diciembre trajo "los mejores cocineros del mundo", una presencia "impagable" para difundir la trufa. También ha indicado que junto con la Consejería de Agricultura, a través de la línea Tierra de Sabor, se llevan a cabo distintas promociones de manera constante. Sí que ha recalcado que la gastronomía es el "punto fuerte" del turismo, ya que el recuerdo que guarda el visitante es siempre su satisfacción tras degustar los platos de cada lugar, independientemente de cuantificar la belleza del entorno. "El turisa se mueve por la boca: vamos donde comemos y bebemos mejor. Cuando vuelves de un destino turístico nombras a tus amigos si has comido y bebido bien o no lo has hecho", ha explicado.

Expansión

La alcaldesa de la localidad, Carolina Romero, ha reseñado que la feria "seguirá creciendo y expandiéndose", con nuevas actidades en próximas ediciones, lo que supondrá también una mayor atracción de público y de cocineros de prestigio. Algo que supone un "orgullo" tanto para el propio Ayuntamiento como también para las entidades e instituciones colaboradoras.

En cuanto a la rentabilidad laboral de la trufa, la regidora ha considerado que la producción y elaboración del producto puede llevar a aumentar el número de empleos, ya que se trata de un producto "en expansión y que puede ir forjando nuevos negocios e iniciativas".

Marca de calidad

A la apertura de este sábado acudía también el presidente de la Diputación, Benito Serrano, quien ha mostrado su confianza en que este año podrá ser conseguida la Marca de garantía 'Trufa negra de Soria', para lo que la institución provincial trabaja con agentes implicados en esta dirección.

Además, ha ensalzado la feria de Abejar, una población de 300 habitantes, en donde se pone de manifiesto que pueden llevarse a cabo "grandes eventos" como este, cuya repercusión es "a nivel mundial". Aquí ha subrayado la colaboración entre el Consistorio y la Diputación, además de la Junta, una unión que es "fundamental" no solo en truficultura sino también en otros con implicación local.

Serrano ha avanzado que la institución seguirá requiriendo a la administración regional el apoyo en otros proyectos en los que se prime el turismo activo, una faceta que no está del todo explotada en Soria, pese a que Abejar es "punta de lanza" en este tipo de recursos que son precisos "poner en valor".

Trufa de oro

En apertura ferial, el Ayuntamiento concedía su sexta 'Trufa de oro' a los hermanos Arotzamena, cuyo padre, Salvador, fue quien impulsara este hongo con una plantación de encina micorrizada en 600 hectáreas dentro del término de Abejar. Un galardón de reconocimiento a una labor que supuso no solo la proyección trufera soriana, sino también como vehículo para la creación de empleo en la zona.