De vikingos y cuarentenas

Álvaro Chicote Machuca es un estudiante soriano de 23 años que cursa estudios en la Universidad de Oslo. Trabaja como profesor de español en noruega. Lleva ya unos años en el país nórdico y envía a la redacción de Soria Noticias una carta dando su punto de vista, compartido con los noruegos, sobre la situación en aquel territorio y en España.

El texto es como sigue:

La verdad es que cuando volví a Noruega de España tras las vacaciones de Navidad no pensaba encontrarme en esta situación en la que ahora estamos. Aunque quisiera volver al sur, no podría. Nuestra primera ministra ha cerrado los aeropuertos y el Ministerio de Sanidad nos recomienda (de alguna manera, de forma menos agresiva que en otros países) quedarnos en casa, no estar en contacto con otras personas y mantenernos informados de la situación en cuanto se pueda, algo fácil teniendo la infraestructura que tiene el país.

¿La diferencia entre Noruega y España? Aquí nos lo tomamos en serio. En Noruega tenemos bastantes conceptos propios de la cultura que no conocemos en el sur, pero uno de los más importantes tiene que ser el de ‘Dugnad’. Traducido ampliamente sería ‘apoyo’ y se refiere al trabajo comunitario o colectivo que todos los que vivimos aquí bien conocemos. De normal consiste en ayudar a los vecinos con su jardín, hacer de voluntario en eventos, recoger la basura del suelo si vemos que alguien hace algo que no debe… De este trabajo se recoge nada y se siembra mucho. Esta es la visión que la población noruega tiene del virus. Los jóvenes tienen cuidado para no infectar a sus mayores y todos nos tomamos esta cuarentena como un deber social, una causa mayor que requiere que todos pongamos nuestro granito de arena en solidaridad con los más débiles y vulnerables.

Viendo a España desde fuera, no puedo evitar estar preocupado y decepcionado con mis compatriotas. No tenemos respeto por este virus ni por los que pudieran pasarlo peor estas próximas semanas. Hemos seguido saliendo a la calle, de paseo, con la bici y a ver a nuestros amigos. Está claro que nuestro país ha perdido el norte y quizás sea ahí donde debamos mirar para aprender de una sociedad más responsable y solidaria.

Álvaro Chicote Machuca