La agrupación vecinal, el Ayuntamiento y la parroquia no interrumpen la tradición de la Virgen del Manzano en el Domingo de Pascua.
En Trébago por Pascua es celebrada la tradición más que centenaria de acudir la ermita de la Virgen del Río Manzano. Allí, los fieles suben al templo, para recibir al Niño resucitado. Un acto en el que se chocan los banzos de las peanas, se entra en la ermita y se celebra la eucaristía.
Una costumbre que este año, pese al estado de alarma no se ha perdido, al menos en lo que es la devoción y el ambiente festivo, cada uno en casa, por supuesto. Otra cosa ha sido la degustación del tradicional bollo, que cada familia ha elaborado en su propio domicilio, y al que se acompaña con moscatel y también otros refrescos.
Aún así, el acto se celebraba sin mayores problemas gracias a las nuevas tecnologías, participando en la 'Subasta de la aguja de la Virgen' y otros productos y artículos que los parroquianos llevan para la puja, que se efectúa en la explanada de la ermita. Este año, los objetos de esta subasta han sido, entre otros, además de los cuatro banzos con los que se porta a la imagen, productos agroalimentarios, también otros de carácter artesanal así como sendos fines de semana en las dos casas rurales que tiene abiertas el pueblo.
La convocatoria, finalmente fue todo un éxito, más de 40 familias en línea que tomaron parte en la puja, logrando superar los 3.100 euros, que serán donados a Cáritas de Osma-Soria para asistir a las familias que la crisis generada por el COVID-19 está ocasionando. Y es que la generosidad de los asistentes a esta 'Pascua virtual' de Trébago, como puede calcularse, ha sido todo un éxito, pese a las adversidades que se viven en este momento.