La Diputación adapta sus instalaciones para cuando vuelva a reabrir sus puertas

La sede de la Diputación está siendo adecuada durante estos días que está cerrada por el decreto de Alarma, para establecer unas medidas de protección tanto para los trabajadores de la casa, como el público en general que acude a realizar gestiones.

Así, en el Palacio Provincial se está procediendo a la colocación de dos grandes mamparas de cristal, tanto en la oficina de Recaudación, como en la de Registro. En ambas dependencias, muy concurridas para distintas gestiones, se ha creado un espacio delimitado por cristales, con una pequeña abertura, para que se pueden intercambiar los documentos que se estimen necesarios, pero que evite al máximo el contacto entre la personas para evitar la transmisión de la pandemia.

La vicepresidenta segunda, María José Jiménez, ha comprobado la evolución de la obras con el responsable de la empresa soriana, Aluminios Cabrerizo, que lleva a cabo la instalación de los perfiles y la colocación de los cristales protectores en ambas dependencias.

Jiménez ha destacado que “debemos adaptarnos al tiempo nuevo que nos va a tocar vivir, donde va a costar mucho volver a la normalidad que teníamos antes de la llegada de esta pandemia, pero mientras debemos de convivir con medidas de seguridad importantes, como llevar mascarilla o colocar pantallas protectoras para atender al público”.

De este modo, la Diputación se está adaptando para cuando de nuevo se pueda acudir a los puestos de trabajo y abrir las puertas al público, aunque la experiencia positiva del teletrabajo convivirá durante algún tiempo, evitando la presencia física de una parte de los trabajadores, que podrán ir rotando para evitar exposiciones innecesarias.

Las labores de adecuación fueron encargadas antes del decreto por el que se establecía el estado de alarma y finalizarán esta misma semana, una vez se han podido retomar las obras.