Fernández Carriedo participa en una reunión convocada por la Delegación Territorial con FOES. El consejero de Economía y Hacienda ha insistido en la prudencia en la desescalada, manifestado que el objetivo de la Junta es que cuando se produzca el paso de fase, este sea definitivo.
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha participado esta mañana en el encuentro mantenido por videoconferencia con el presidente de la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES), Santiago Aparicio, y otros miembros de la ejecutiva y dirección de la federación empresarial.
En la reunión, que ha sido convocada por la delegada territorial, Yolanda de Gregorio, para repasar las medidas económicas puestas en marcha por la Junta de Castilla y León para hacer frente a la crisis del COVID-19 y conocer de primera mano las inquietudes y preocupaciones del sector empresarial de la provincia, han participado los jefes de servicio y otros titulares de los órganos periféricos de las entidades de la administración institucional de la Comunidad Autónoma en la provincia, al objeto de dar respuesta, en la medida de los posible, a todas las cuestiones planteadas desde el sector empresarial.
El consejero se ha puesto a disposición de los empresarios sorianos para escuchar sus inquietudes y demandas y ver de qué manera se pueden canalizar en este momento de crisis con dificultades especialmente relevantes y singulares, dado que el primer problema es el sanitario, pero el segundo es el económico y social.
Carlos Fernández Carriedo ha recordado que la Junta es muy consciente de “las dificultades por las que atraviesan algunos sectores, especialmente el turismo y el comercio”. En cuanto a la desescalada económica y las aperturas progresivas de los establecimientos, el consejero de Economía y Hacienda ha incidido en que “lo peor que nos podía pasar es dar pasos en falso, ya que cualquier medida que suponga un retroceso sería un error”. El consejero ha manifestado que “no se trata sólo de que la normativa te permita o no abrir, sino de con qué medidas somos capaces de fidelizar esos negocios y que el conjunto de los consumidores las puedan utilizar, evitando cualquier tipo de peligro que lleve a un retroceso en la evolución de la pandemia”.
Fernández Carriedo ha expuesto a los representantes de FOES, al respecto del impacto socioeconómico del coronavirus, que espera que “la crisis económica y social en nuestra Comunidad sea menor que en el resto de España”. La intención de la Junta de Castilla y León es que “la recesión tenga menos intensidad que la media española: que tengamos este año la posibilidad de acabar con menos deuda que la media española y con un nivel de paro también inferior, aunque son retos complejos y difíciles de conseguir”.
El presidente de FOES, Santiago Aparicio, ha indicado que les ha preocupado mucho la situación sanitaria y que siempre han estado a las órdenes de lo que se indicara por esta situación, pero que llega el momento de empezar de dar la oportunidad de que todas las provincias de Castilla y León salgan ya de la fase 0 a la fase 1, recalcando la importancia de que todas las provincias lo hagan a la vez, para no perder el ritmo de otras provincias y otras comunidades autónomas. El presidente ha manifestado que los empresarios están muy preocupados al no poder poner en marcha sus negocios, con la pérdida de competitividad que eso supone.
El consejero ha indicado que la decisión de la Junta fue tomar como referencia para la desescalada las zonas básicas de salud “porque nos parece que hay una parte muy relevante del mundo rural de nuestra Comunidad que cumple las condiciones, sobre todo de evolución epidemiológica”. El consejero ha recalcado que “todos queremos salir pronto, pero todos queremos que la salida sea definitiva y sin ninguna recaída”.
A lo largo de la reunión, que ha tenido una duración de aproximadamente dos horas y que ha contado con más de una veintena de participantes, se han puesto sobre la mesa las distintas cuestiones que preocupan al sector empresarial.
Estas tienen mucho que ver con el sector comercial y turístico: sello de calidad libre de Covid, apertura de comercios mayores de 400 metros cuadrados, etc. También con el sector del transporte de viajeros, con los programas formativos desarrollados en autoescuelas, formación para sectores agrarios y ganaderos, etc., así como cuestiones muy concretas de los distintos sectores empresariales que conforman la Federación.
La delegada territorial ha agradecido la participación de FOES en el encuentro, “que ha servido para conocer y diagnosticar las preocupaciones diarias que tiene el sector empresarial y sus distintas federaciones y ha emplazado a los participantes a seguir manteniendo reuniones de este tipo que permitan ir aclarando cuestiones que, en ocasiones, por la complejidad y actualización diaria de la normativa, no resulta fácil”.
La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un conjunto de medidas económicas destinadas a hacer frente al impacto en la Comunidad del Covid-19 que ascienden a 379,1 millones de euros. Este esfuerzo de la Junta se dirige a facilitar la liquidez y el circulante de las empresas y autónomos, para lo que destina 100,6 millones de euros; y a aplazar el pago de impuestos autonómicos por valor de 77 millones de euros que quedan en el bolsillo de 70.000 contribuyentes para hacer frente a las necesidades de la crisis.
Además, se han destinado 112 millones a medidas de competitividad e innovación empresarial frente a la crisis, además de poner en marcha medidas específicas para el sector agroalimentario y forestal de la Comunidad por valor de 69 millones de euros; Por último, se han previsto medidas específicas de apoyo al empleo, frente al coronavirus, por valor de casi 20,5 millones de euros.