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"Los matemáticos tenemos herramientas para modelar la evolución del virus y hacer predicciones a distintos plazos"

"Los matemáticos tenemos herramientas para modelar la evolución del virus y hacer predicciones a distintos plazos"

Actualizado 12/05/2020 14:37

El catedrático de la UVa Alfonso Gordaliza Ramos, miembro del Grupo de Trabajo Multidisciplinar de apoyo al Ministerio de Ciencia e Innovación en asuntos relacionados con el coronavirus recalca que esta ciencia es capaz de diseñar los estudios por muestreo y optimizar la distribución de los recursos.

El catedrático de Estadística e Investigación de la Universidad de Valladolid Alfonso Gordaliza Ramos fue nombrado el pasado mes de abril uno de los miembros del Grupo de Trabajo Multidisciplinar de apoyo al Ministerio de Ciencia e Innovación en asuntos relacionados con el coronavirus.

En esta entrevista habla del papel que los matemáticos están desempeñando en esta crisis sanitaria y que ha coincidido además con su reciente nombramiento como presidente del Comité Español de Matemáticas (CEMat), una federación de sociedades científicas e institutos de investigación del ámbito de las Matemáticas y la Estadística, con la que pretenden recuperar el protagonismo de esta disciplina, ya que no hay que olvidar que nuestro país sigue siendo una potencia mundial en Matemáticas.

Pregunta: Acaba de ser nombrado miembro de un grupo multidisciplinar de apoyo al Ministerio de Ciencia e Innovación en asuntos relacionados con el coronavirus. ¿Qué papel desempeñan en esta crisis?

Respuesta: Somos un grupo de expertos de diferentes áreas científicas. Nosotros no somos los asesores que han estado trabajando para el Gobierno desde el inicio de la pandemia, sino que hemos sido llamados recientemente para apoyar cualquier cuestión que el Ministerio de Ciencia e Innovación nos solicite, sobre todo, aportando nuestro conocimiento. Se trata de un trabajo pensando en un plazo medio para ofrecer resultados y ayudar a buscar una salida a la crisis desde la Ciencia. En concreto, yo represento al Comité Español de Matemáticas (CEMat), por lo que cuento con un apoyo grande de numerosos matemáticos y estadísticos de todo el país que pueden aportar con rigor muchos conocimientos. Por ejemplo, hemos estado trabajando en un análisis comparativo de los momentos en que los distintos países han ido adoptando medidas de confinamiento o desconfinamiento, en función de la curva de evolución de la pandemia en cada uno de ellos. Al tener contacto con numerosos investigadores, es fácil lanzar la propuesta y en pocas horas conseguimos dar respuestas. Eso es importante, porque en estos momentos se requieren respuestas rápidas, pero también rigurosas.

P: Su elección fue gracias a la iniciativa “Acción Matemática contra el Coronavirus", que han creado en el marco del Comité Español de Matemáticas (CEMat) de la que usted ha sido elegido presidente del Comité Ejecutivo recientemente…

R: En enero me nombraron presidente del Comité Español de Matemáticas (CEMat), antes de que se iniciase la pandemia, con la idea de revitalizar esta entidad, constituida hace muchos años, para darle un impulso y situar a las matemáticas en el lugar que le corresponde, promoviendo la vocación por esta área de conocimiento, así como la investigación científica y el reconocimiento social. Y nada más empezar nuestro trabajo coincidió con la declaración del estado de alarma. Así que ante esta situación de crisis sanitaria, creamos la iniciativa Acción Matemática contra el Coronavirus con idea de aportar nuestros conocimientos para ayudar a combatir la pandemia.

P: ¿Lo están consiguiendo?

En el CEMat estamos agrupados multitud de matemáticos y estadísticos. Nuestra actitud ha sido siempre proactiva y colaborativa. Cada vez que teníamos alguna idea que ofrecer relacionada con la Covid-19, la facilitábamos de forma discreta y altruista al Gobierno con el fin de que tuviera una información más aproximada de lo que estaba ocurriendo, desde nuestra perspectiva. Lo que inicialmente fue acogido desde el Gobierno con una actitud de mera cortesía, fue calando poco a poco, haciendo visible nuestro trabajo y dando lugar a que CEMat, y yo como presidente, estemos representados en este grupo de apoyo al Ministerio de Ciencia e Innovación en asuntos relacionados con el coronavirus.

P: ¿Son críticos con los investigadores que salen en la prensa dando a conocer la evolución de la pandemia con sus modelos matemáticos?

R: En CEMat respetamos el trabajo y las opiniones de todo el mundo, pero somos muy cautos en todo aquello que es especialmente sensible, sobre todo porque el nivel de incertidumbre no permite interpretaciones suficientemente claras. Todos los modelos, tanto estocásticos como deterministas, se apoyan en muchas hipótesis difíciles de verificar y requieren la estimación de numerosos parámetros. El desconocimiento de un virus totalmente novedoso y con un comportamiento ciertamente atípico para los virólogos, inmunólogos y epidemiólogos, junto con los problemas para disponer de datos de calidad necesarios sobre la pandemia, hace que el nivel de incertidumbre con el que trabajan los modelos sea excesivamente alto. La necesidad de imputar valores a los parámetros desconocidos a partir de una información escasa y poco fiable, hace que las previsiones resulten con un margen de error excesivo. Para reducir este margen, no queda más remedio que realizar un cierto ejercicio especulativo sobre los parámetros, que puede conducir a previsiones muy dispares.

P: ¿En qué pueden ayudar las matemáticas en esta pandemia?

Las matemáticas y la estadística son útiles como herramientas de análisis y modelización en cualquier fenómeno complejo, como es el caso que nos ocupa. Tenemos herramientas para modelar la evolución de la pandemia, para hacer predicciones a distintos plazos, para diseñar los estudios por muestreo más adecuados, para planificar y optimizar la distribución de todo tipo de recursos, incluidos los sanitarios, para ayudar en la previsión de la evolución de los pacientes infectados, etc. A modo de ejemplo, nosotros no entendemos de mascarillas o EPIS, pero somos capaces de valorar la relevancia de los estudios en los que se apoya la decisión de recomendar usarlos, a partir de los estudios estadísticos realizados para ello y recogidos en informes y publicaciones. Del mismo modo, en el momento de la escasez de estos equipos, trabajando sobre el mapa de ubicación de los recursos existentes y de las necesidades, sabemos encontrar la forma óptima de distribuirlos.

P: ¿Es un buen momento para que las matemáticas ocupen de nuevo su protagonismo?

R: Para nosotros es todo un desafío que se haya contado con nuestra opinión. Ha sido un reconocimiento el haber entrado en este grupo, por lo que para nosotros es un reto excitante y tenemos que responder favorablemente. Yo creo que es un verdadero logro, porque hemos estado poco valorados durante muchos años. No hay que olvidar que España es una potencia mundial en Matemáticas, pero a pesar de ello y de que los medios de comunicación se hacen eco cada vez más de la importancia de las aportaciones matemáticas en los grandes retos científico-tecnológicos, habíamos perdido influencia y peso en la actual Agencia Estatal de Investigación, por lo que ahora esperamos hacernos más visibles y revertir esa situación.

P: Lo que se está viendo es que todos nos necesitamos y las crisis incluso sanitarias precisan de una colaboración multidisciplinar ¿no cree?

R: Todos los problemas complejos que se plantea actualmente nuestra sociedad deben ser abordados desde una perspectiva multidisciplinar, incluida la perspectiva matemática/estadística en muchos casos. Nuestro papel en estos equipos multidisciplinares es el de colaborar para identificar los problemas complejos que necesitan un abordaje con ayuda de modelización matemática, trasladar el problema al lenguaje de las Matemáticas, aportar la metodología y herramientas matemáticas más indicadas a cada caso, buscar las soluciones óptimas y ayudar a interpretarlas de manera contextualizada, también en colaboración multidisciplinar. La pandemia Covid-19 es un claro ejemplo de un problema muy complejo que necesita esta colaboración.

P: Estamos iniciando la desescalada: ¿Cree que llegaremos a un control tan exhaustivo a través de los móviles cómo está ocurriendo en los países asiáticos?

R: En mi opinión, en Europa occidental en general y en España en particular, va a ser difícil que se acepte un control a través de las aplicaciones móviles como está ocurriendo en algunos de esos países. Solo hay que ver lo que ocurrió en noviembre pasado cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) suscribió un acuerdo con las tres principales operadoras nacionales de telefonía para cambiar la metodología tradicional de la encuesta de movilidad por un estudio big data, a pesar de que se insistía en que solo se iban a considerar datos agregados, y por consiguiente anónimos, que solo ofrecen información de movilidad de la población. La ciudadanía debe saber que estos datos son importantísimos para construir los modelos matemáticos para conocer la propagación de la epidemia.

P: Pero parece una contradicción, porque continuamente estamos bajando aplicaciones en las que aportamos nuestros datos de forma libre y sin ningún tipo de utilidad para nosotros, pero sí para las empresas privadas.

R: Eso es, cuando el Gobierno quiere recoger unos datos de movilidad, que acaban teniendo un gran potencial para combatir una crisis sanitaria y poder atajarla y volver a una normalidad en un tiempo razonable, ponemos el grito en el cielo, pero cuando una compañía privada nos pide los datos por bajar una aplicación o un juego determinado, no cuestionamos a esa empresa, ni tampoco nos preguntamos a dónde irá esa información. Sin ir más lejos, basta remitirse al escándalo con el asunto de la venta de datos personales por parte de Facebook a Cambridge Analytics en el referéndum del Brexit.

Desde todos los ámbitos, incluido el de la Ciencia, se pone mucho énfasis en los problemas de tipo ético y de privacidad (normas éticas, protección del individuo, falta de intimidad, restricción de libertades, brecha de seguridad, etc.) a las soluciones tecnológicas para la monitorización del coronavirus, que lógicamente hay que valorarlos y tenerlos en cuenta, porque son muy importantes. Pero el énfasis desde la Ciencia debería ser, sobre todo, aportar ideas para solucionar la salvaguarda ética y de la intimidad, permitiendo avanzar a su vez en las soluciones tecnológicas y disfrutar de sus beneficios. Máxime en este caso que hablamos de salvar vidas.

P: Inteligencia artificial, matemáticas y coronavirus ¿tres áreas muy interconectadas en estos momentos, no?

R: Estamos viendo la importancia en esta crisis de las apps de seguimiento de contactos, la recogida de datos de movilidad de las compañías tecnológicas, etc., procesos todos ellos generadores de big data, donde la colaboración entre la Inteligencia Artificial, la Estadística y las Matemáticas es fundamental para la ayuda a la toma de decisiones basada en el entrenamiento y puesta a punto de diversos algoritmos.

Y nosotros, desde el CEMat estamos trabajando en esa línea, en colaboración con la Red Estratégica de Matemáticas (REM), financiada a través del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación. El objetivo común es posicionar a las Matemáticas como un agente activo en el campo de la Inteligencia Artificial (IA). Las Matemáticas y la IA tienen mucho que colaborar y que aportarse mutuamente y hemos visto en la crisis causada por la Covid-19 una oportunidad para dar pasos en esa dirección. Por ello, en la Acción Matemática contra el Coronavirus hemos abierto una línea de trabajo de colaboración entre ambas, liderada por José A. Lozano, matemático y experto en Inteligencia Artificial, y director Científico del Basque Center for Applied Mathematics (BCAM), que coordina la REM.

El vídeo con la entrevista puede ser visto en este enlace.

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