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SAN JUAN 2020: El Viernes de Toros visto por el torero soriano El Uli

SAN JUAN 2020: El Viernes de Toros visto por el torero soriano El Uli

Actualizado 27/06/2020 10:42

El visontino Enrique Ulises, el Uli, participó en 2018 y 2019 en la novillada del Viernes de Toros. En su debut salió por la puerta grande y recuerda cada detalle de la faena. Con su ayuda descubrimos como es el festejo desde dentro, con todas sus particularidades.

El Viernes de Toros es la segunda jornada festiva de las fiestas de San Juan y, aunque se está modificando año a año dando mayor protagonismo a los alrededores de 'La Chata'; son los novillos, los novilleros y las cuadrillas los que brillan por encima de disfraces y alegría en estado líquido.

Soria es una tierra con una fuerte tradición taurina y, aunque no existan escuelas o ganaderías que le den renombre, la provincia ha visto nacer y crecer a importantes nombres de la fiesta nacional. También han surgido, casi por pura casualidad, hombres que por auténtico amor al arte y gracias a un aprendizaje prácticamente autodidacta, continúan la tradición y gestan afición.

Uno de ellos es el vistontino Enrique Ulises, El Uli. Ganadero de profesión, recuerda que "no fue hasta los 15 años cuando me puse delante de una becerra por primera vez". Una ocasión que "no salió del todo bien" pero sirvió para encender esa chispa que le impulsó a seguir aprendiendo hasta debutar en la novillada de la mañana del Viernes de Toros de 2018.

De este primer contacto con la arena recuerda cada detalle. "El mero hecho de ponerme un traje de torero fue increíble. Torear en la plaza de Soria, que para mí es preciosa, abarrotada de gente fue una experiencia que no se puede describir con palabras. Solo sé que la disfrute como un niño y que cada vez que lo recuerdo se me pone una sonrisa de oreja a oreja", expresa Enrique.

El sentimiento que se desprende de sus palabras deja congelado a quien le escucha. Otros novilleros critican que torear este día es más que complicado por las distracciones que generan ruido, disfraces e invasiones del ruedo pero para el visontino la experiencia fue completamente diferente. "Yo siempre he vivido las fiestas de San Juan y sé lo que significan", apunta.

Quizá por ello, por haber 'mamado' las fiestas desde joven, sabe que "el ambiente es intrínseco al festejo" y conoce algunos secretos que facilitan la faena y el lucimiento. "Si tienes la posibilidad, es mejor la mañana porque el personal está más tranquilo. Además, si dejas que quiten las banderillas y el cachirulo pronto, después tienes todo el tiempo para tí, sin interrupciones", explica.

Este conocimiento, sumado a una valentía poco habitual en un debutante y un temple más propio de años de carrera, consiguieron que deleitase a los presentes en la Plaza aquel Viernes de Toros de 2018 con la mejor faena de la mañana en su segundo toro, lo que le sirvió para llevarse a casa las dos orejas y salir por la puerta grande de 'La Chata' a hombros, como los grandes.

Su segunda novillada, la del Viernes de Toros de 2019 se torció un poco porque "mi mayor deseo era mejorar la faena del año anterior, iba confiado y no entendí el primer toro. Eso me cabreó", recuerda para también afirmar que "el segundo toro mejoró el sabor de boca porque vi a la gente con buena cara y eso te cambia todo".

El trato con las cuadrillas, "especial"

El novillero del Viernes de Toros es considerado por cada cuadrilla como un invitado de honor. "A mí me trataron genial, solo tengo buenas palabras", expresa Enrique Ulises. En su primera participación en San Juan, un asunto personal le obligó a rechazar la invitación a comer. La razón tenía peso pues, cuenta Enrique que "quería que mi abuelo me viese vestido de torero y como no pudo venir a la plaza me fui a Vinuesa volando para darle la alegría".

El segundo año, con el cabeza de familia en viendo a su nieto desde un lugar privilegiado, El Uli sí se dejó agasajar por los jurados. "La verdad es que pasas un rato genial. Otros novilleros se tienen que marchar porque viven lejos o por compromisos profesionales pero son unas horas que recordaré siempre porque vives la fiesta completamente", afirma al respecto de ese rato en la cuadrilla.

2020, un año "raro y triste"

"Este año, cada vez que voy a Soria y paso por Valonsadero me da pena", expresa Enrique cuando se le pregunta por la suspensión de las fiestas a causa del Covid-19. Y es que el monte sagrado para los sorianos también tiene connotaciones muy importantes para el torero soriano. "En Vinuesa, por la tradición taurina, vivimos San Juan a tope, con todos sus previos, y esos días son sagrados".

Tan importantes que "me cogía vacaciones" porque "es en Valonsadero donde yo tuve la oportunidad de ponerme delante de un novillo por primera vez, era el momento esperado del año porque me servía para tentarme".

El sueño de futuro

El Uli se lamenta de que "el debut me pilló con más edad de la que debería" y su retirada ya es "irreversible". "Se ha acabado el traje de luces porque para vestirte de torero tienes que dedicar tu vida a ello y mi trabajo no me lo permite", cuenta con resignación.

Su mayor deseo es "crear una ganadería o una escuela" en su casa, Vinuesa. Enrique confiesa que "quiero que los chavalines de mi pueblo tengan la oportunidad que yo no tuve. Que no tengan que esperar todo un año para encontrarse con el toro. De esta forma también mejoraría la becerrada de fiestas", afirma.

Para acabar, Enrique Ulises nos desvela un secreto que pocos conocen: "tengo un sobrino de cinco años que torea mejor que yo". Rubio y pequeñito pero con una clase que llama la atención. Tiene maneras y, si se le brindan oportunidades, podría ser el próximo nombre propio que Soria escriba en la historia taurina de la provincia.

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