Con mucho sufrimiento, los de Carrión consiguen sacar al equipo de los puestos de descenso en un partido crucial salvado por la mínima.
Salía como un trueno el Numancia a jugar en Los Pajaritos contra el Extremadura en la calurosa tarde de este sábado. Un partido en el que ambos conjuntos tenían mucho que ganar y mucho que perder, al estar ambos en los puestos de descenso en la clasificación de la LaLiga Smartbank.
Rápidos, asentados y con buen hacer, los de Carrión iban apropiando terreno frente a los de Mosquera, asentándose y mostrando sus ganas de victoria. Un fallo de Admonio con el guardameta extremeño batido, en una jugada dentro del área con el esférico rondando poco más de un minuto, no escondía las intenciones rojillas. El trabajo pronto daba resultados con un espectacular gol de Calero, que soltaba un latigazo lejano y que se colaba en la escuadra rival en el minuto 11.
A partir de ahí, el Numancia seguía mostrando buenas maneras, amarrando balones, y controlando el partido, pese a que los de Almendralejo se iban sacudiendo el dominio local, presionando arriba, aunque con timidez en el área soriana. Las lesiones de Sola y Mateu, en los últimos cinco minutos de la primera parte dejaban en cuadro al Numancia, cuyo entrenador replanteaba el partido en el descanso.
En la segunda mitad, con ocho minutos de añadido, el equipo rojillo sufrió enormemente las oleadas del Extremadura, aunque el desacierto para culminar, o las buenas acciones de Dani Barrio, daban al traste el empate.
Hasta en dos ocasiones tuvo el Numancia para aumentar, al contraataque, su renta, si bien, el cansancio hacía mella en los locales, que sufrieron y sudaron lo indecible para llegar al pitido final. Un partido que insufla aire al conjunto soriano, que sale del descenso y que suma 44 puntos.
Ahora, tregua y un descanso más prolongado en esta vorágine de partidos. Los de Carrión se enfrentarán el jueves al Rayo Vallecano en Madrid. El rival está con 50 puntos, un encuentro menos, y a cinco de la promoción.
La salvación es posible.