Según un informe de la entidad financiera, se prevé un significativo impacto sobre el empleo, que podría disminuir en el promedio de 2020 entre un 6,3% y un 8,8% y situar la tasa de paro entre el 16,5% y el 18,8%.
Unicaja Banco ha publicado el número 22 de su publicación trimestral ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’, que, como en ediciones anteriores, ha sido elaborado por la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco, Analistas Económicos de Andalucía. Según dicho análisis, la crisis sanitaria del coronavirus ha tenido un impacto sobre la actividad en el primer semestre del año superior al previsto, por lo que las previsiones de crecimiento para 2020 y 2021 han sido revisadas a la baja por los principales organismos internacionales. En el caso de Castilla y León, las estimaciones realizadas por Analistas Económicos de Andalucía apuntan a un notable descenso del Producto Interior Bruto (PIB) y del empleo en la región.
Más concretamente, en 2020 el descenso del PIB regional podría ser de entre un 9,1% y un 12,1%, sin que pueda descartarse un mayor impacto si la situación sanitaria empeora. Asimismo, el empleo podría disminuir en el promedio del año entre un 6,3% y un 8,8%. De este modo, la tasa de paro se situaría en un 16,5%, aunque podría llegar a alcanzar el 18,8% en caso de que el ritmo de recuperación de la actividad fuese más lento de lo esperado.
Para 2021, las estimaciones apuntan a una recuperación de la actividad y el empleo. La economía castellano-leonesa podría crecer en el conjunto del año entre un 6,9% y un 8,5%. Por su parte, se prevé un aumento del empleo de entre el 2,9% y el 3,4% para el promedio del ejercicio, de forma que la tasa de paro se situaría entre el 14,1% y el 16,1%.
Este informe se divide en tres apartados: 1) Entorno económico; 2) Evolución reciente de la economía de Castilla y León; y 3) Previsiones económicas de Castilla y León 2020-2021. En el primero se describe el contexto económico internacional y nacional. En el segundo apartado se realiza un análisis de coyuntura de la economía de Castilla y León, prestando atención a la evolución de sus principales magnitudes, así como a la especialización productiva de la región. Finalmente, en el último apartado se incluyen las previsiones sobre la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) y el empleo en Castilla y León para 2020 y 2021.
El informe incorpora, además, un recuadro en el que se analiza el impacto de la pandemia sobre el empleo en el contexto nacional y las Comunidades Autónomas.
Entorno económico mundial y nacional
Los distintos organismos internacionales coinciden en señalar que la pandemia de coronavirus ha provocado la recesión económica más grave desde la Segunda Guerra Mundial, lo que ha llevado a los gobiernos y los bancos centrales a implementar medidas excepcionales para apoyar a los sistemas de salud y sostener las rentas de los hogares y el tejido productivo. Pese a ello, la pandemia de coronavirus ha tenido un impacto sobre la actividad en el primer semestre más negativo de lo previsto y se espera que la recuperación sea más gradual de lo inicialmente pronosticado dada la incertidumbre que rodea a la evolución de la pandemia a la que se une la relativa a la futura relación comercial entre Reino Unido y la UE y el devenir de las políticas proteccionistas que pudieran aplicar los principales bloques económicos.
En este contexto, los principales organismos internacionales han empeorado sus previsiones de crecimiento de la economía mundial, si bien los riesgos siguen siendo fundamentalmente a la baja. La OCDE prevé que el PIB mundial descienda este año un 6,0%, pudiendo alcanzar el 7,6% en caso de que se produjese un segundo brote que derivase en nuevas medidas de confinamiento. Por su parte, el FMI ha situado el descenso previsto de la producción de la economía mundial en el 4,9%, con una mayor contracción para las economías avanzadas y, en particular, para la Zona Euro.
La española será una de las economías europeas que registre una mayor contracción de la actividad en 2020, estimando el Banco de España una caída del PIB que puede oscilar entre el 9,0%, en un escenario de recuperación temprana, y el 11,6%, en uno de recuperación gradual, si bien este organismo no descarta un mayor descenso en un escenario más desfavorable de “recuperación lenta” (-15,1%), que incluiría la posibilidad de confinamientos estrictos adicionales.
En este sentido, en el primer trimestre del año, el PIB descendió un 5,2% en términos intertrimestrales, siendo la caída interanual del 4,1%. Tanto el consumo de los hogares como la inversión se han contraído por encima del 5,5%. Igualmente, se registró un descenso en la mayoría de ramas productivas, especialmente acusado en la industria manufacturera y la construcción y, dentro de los servicios, en las ramas de comercio, transporte y hostelería y actividades artísticas y recreativas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Evolución reciente de la economía de Castilla y León
Según los últimos datos de la Contabilidad Regional Trimestral de Castilla y León, relativos al primer trimestre de 2020, el PIB ha disminuido con respecto al trimestre anterior un 4,0%, registrándose una variación del -3,2% en términos interanuales. La demanda interna restó 3,8 p.p. al crecimiento, produciéndose un fuerte descenso, tanto del consumo de los hogares (-4,5%) como de la inversión (-8,1%), mientras que el saldo exterior habría tenido una aportación positiva de 0,7 p.p.
A través de la perspectiva de la oferta, el Valor Añadido Bruto (VAB), y según los datos de la Contabilidad Regional Trimestral de Castilla y León, ha aumentado en el sector agrario (5,4%), en las ramas energéticas (9,3%) y en los servicios no de mercado (3,8%), disminuyendo en el resto de ramas. Destaca la caída experimentada por la construcción (-8,4%), los servicios de mercado (-4,9%) y la industria manufacturera (-4,5%).
Los datos disponibles para el segundo trimestre apuntan a una cierta recuperación a partir de mayo. En esta línea, la pérdida de afiliación a la Seguridad Social se ha reducido en los meses de mayo y junio, aunque en términos interanuales ha registrado un caída del 3,7% con respecto al segundo trimestre de 2019. Entre abril y junio, el número medio de trabajadores afiliados ha aumentado en más de 8.800, tras descender aproximadamente en 30.400 trabajadores entre febrero y abril. De este modo, en junio, la afiliación media a la Seguridad Social asciende a 893.245 trabajadores, por lo que en la primera mitad del año la caída del empleo habría sido del 1,6% en términos interanuales, según los datos del Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social.
Previsiones económicas de Castilla y León 2020-2021
Las previsiones realizadas por Analistas Económicos de Andalucía apuntan a que, en 2020, el PIB de Castilla y León podría descender entre un 9,1% y un 12,1%, si bien no puede descartarse que el impacto sea mayor si la situación sanitaria empeora.
En cuanto al empleo, se estima que el número de ocupados disminuya en el promedio de este año un 6,3%, situándose la tasa de paro en el 16,5%, aunque, si el ritmo de recuperación de la actividad fuese menor de lo previsto, el empleo podría descender en torno a un 9%, alcanzando la tasa de paro el 18,8%.
A partir del segundo trimestre de este año, la actividad comenzaría a recuperarse, de forma que, para 2021, se estima que la economía castellano-leonesa crezca entre un 6,9% y un 8,5%, mientras que el empleo lo haría entre un 2,9% y un 3,4%, situándose la tasa de paro en el 14,1%, en el primer escenario, o el 16,1% en el segundo.
El informe completo puede ser consultado en este enlace o en el archivo adjunto.