El confinamiento de Aranda no pasa desapercibido a los vecinos de Langa de Duero, muy especialmente, pero también de otras localidades del entorno ribereño soriano. Hay muchos vecinos de Langa que van a trabajar a Aranda -incluido el propio alcalde-, y la atención sanitaria se hace en el Hospital de Aranda, en la mayor parte de los casos, debido a un acuerdo existente.
Por ello, dada la relación laboral, familiar y comercial con la localidad vecina burgalesa de Aranda, la preocupación de los vecinos de Langa es grande, más ahora, en agosto, cuando la población se triplica y se incrementan las relaciones personales y familiares entre Aranda y Langa.
Hay numerosos vecinos que ya tiene autorización para ir a trabajar a Aranda, pero más complicados serán otros traslados por otros motivos: comerciales, ocio...
La preocupación se extiende a la área sanitaria de San Esteban de Gormaz, a la que pertenece Langa, y sus responsables sanitarios están en alerta y preparados por lo que pueda llegar, instando al sentido común de toda la población, y a que cumplan todas las medidas de protección y seguridad.