Amigos de la Fundación Vicente Martín, representantes de insrituciones y empresarios de la alimentación de la provincia degustaron el pasado sábado en Bretún el ganador al récord Guiness a 'El jamón más valioso del mundo'.
Bretún acogió el pasado sábado a un grupo de privilegiados que degustaron el jamón más valioso del mundo, según récord Guiness. El precio de este exquisito jamón puro de bellota rondaba los 4.000 euros, y procede de cerdos de la estirpe Manchado de Jabugo, una raza autóctona que estaba en peligro de extinción, en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva), parajes donde se alimentan y que están declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
La presentación de este jamón se llevó a cabo en la Fundación Vicente Marín de Bretún, acto en el que estuvo presente Eduardo Donato, criador de esos animales y responsable de la elaboración del jamón, totalmente bío y ecológico. Precisamente, es sobresaliente el esfuerzo y empeño en la recuperación y crianza de estos cerdos, con los más exigentes estándares ecológicos, de sostenibilidad ambiental, y de confortabilidad animal.
La presencia en Soria y en Bretún de Eduardo Donato fue todo un privilegio que responde a la amistad que tiene con Vicente Marín. Se trata de una visita más turística y personal, para conocer Bretún y estar con unos amigos, según él mismo ha señalado a Soria Noticias. Lo que es compatible con la presentación de su prestigioso y afamado jamón, para darlo a conocer en Soria y en Castilla y León y que se conozca cómo se hace este producto de primerísima calidad, y el mimo con el que se trata al animal y al entorno natural que lo hacen posible.
El Jamón Estirpe Manchado de Jabugo, de Dehesa Maladúa, es 100% puro de bellota; y puede tardar en comercializarse siete años (tres años de alimentación de bellota y hasta cuatro de secado y curación). Donato tan solo elabora unos 800 jamones al año. Comenta que le preguntan por qué no produce más. Y su respuesta es simple: porque quiere la máxima calidad y porque quiere vivir.
Las características de esta estirpe de cerdo, el modo de vida de los animales en la dehesa, que llegan a acumular tres montaneras, la certificación ecológica que tiene, y la recuperación de tradiciones artesanales jamoneras ancestrales, explican el prestigio del producto, y los premios y reconocimientos nacionales e internacionales que ha obtenido.
Este animal tiene una curiosidad, que a pesar de ser un cerdo ibérico, y en un porcentaje pequeño, puede tener pezuña blanca. Una circunstancia que puede explicar, en parte, el rechazo que la industria del jamón ibérico 'pata negra' ha tenido hacia esta raza, que ha estado al borde de su extinción.
Señala Donato que esta circunstancia de la pezuña blanca ocasional, fue -incluso- motivo de la exigencia de devoluciones del jamón. Por el contrario, este productor se muestra muy orgulloso de decir que es el único en tener jamones de pezuña blanca que son reconocidos -legalmente- como auténticos 'pata negra'.