La llamada de un vecino alertaba a los agentes de la Policía Local que el pasado viernes 18 por la tarde requería la presencia de varios agentes en La Tarta para dispersar a las decenas de jóvenes allí presentes.
Lo que durante años fue `el BBV´ ahora es La Tarta. Oficialmente la Plaza del Rosel y San Blas, se ha convertido en el lugar de encuentro de los jóvenes adolescentes. La cosa no tendría significado más allá del anecdótico si no fuera por las épocas en las que corren. Con la pandemia del Coronavirus escalando hacia una segunda ola las aglomeraciones se miran con lupa.
Tanto es así que el pasado viernes 18 uno de los vecinos de la zona dio aviso a la Policía Local antes de las 6 de la tarde. A su parecer había un alto número de personas en la plaza, sin mantener las distancias y muchos de ellos sin mascarillas. Los agentes que se acercaron hasta la plaza del Collado compartieron el criterio y dispersaron a los allí presentes.
Testigos señalan a Soria Noticias que allí había decenas de chavales, algunos los cuantifican hasta en dos centenares. “Era una barbaridad”, señalan. La plaza, nuevo lugar de encuentro de los jóvenes, está llena de chicos y chicas que apenas superan los 15 años, muchos de ellos con patinetes y bicicletas.
Las aglomeraciones se producen, principalmente, durante las tardes ante la ausencia de colegio y de clases extraescolares, pero también a media mañana en la hora de los recreos. La Tarta tiene otro aspecto que complica el control y es que la cercanía con varias tiendas de gominolas hace que muchos de estos grupos no estén obligados a llevar la mascarilla al estar, señalan, comiendo y bebiendo.