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Dos jefes de parques comarcales de bomberos exponen la situación del servicio

Dos jefes de parques comarcales de bomberos exponen la situación del servicio

Actualizado 24/09/2020 11:24

Jorge de Miguel y Santiago Ruiz, responsables en San Esteban de Gormaz y en Ágreda, respectivamente, hablan de un modelo "precario y deficiente".

En un comunicado, dos de los jefes de los Parques de Bomberos de la Diputación, exponen su punto de vista sobre la gestión del servicio por parte de la Diputación, responsable de dichas instalaciones. Habla de la "cruda realidad" para un servicio que es "precario y deficiente". Jorge de Miguel y Santiago Ruiz, responsables en San Esteban de Gormaz y en Ágreda hablan de la situación en los cinco parques repartidos por la provincia.

El comunicado es como sigue:

"La cruda realidad del Servicio de Bomberos provincial en Soria, contada desde dentro.

Jorge de Miguel y Santiago Ruiz, Jefes de los Parque Comarcales de San Esteban de Gormaz y Ágreda, con más de 23 años de servicio, desean trasladar a la opinión pública soriana su visión sobre el presente de este servicio esencial para la seguridad de todos y que la Diputación pretende consolidar a futuro desde la precariedad que padece actualmente el servicio.

Desde que superamos en su día un completo proceso selectivo se han sucedido en la Diputación de Soria Gobiernos de diverso signo, diferentes diputados responsables del Servicio, así como dos jefes, funcionarios arquitectos a los que se les encomendó directamente la dirección, como un anexo a sus ocupaciones laborales

Desde entonces, como consecuencia del mismo empeño de esa sucesión de responsables políticos y técnicos en mantener un ente con apariencia de Servicio de Bomberos Provincial, se han venido sucediendo debates, opiniones, informaciones y polémicas protagonizadas por sindicatos, políticos y personal voluntario adscrito al Servicio.

Como profesionales, poseedores además de algún conocimiento sobre la realidad y el funcionamiento del Servicio de Bomberos, hemos decidido trasladar a la opinión pública nuestro punto de vista sobre el tema, en un momento crucial en el que nos jugamos albergar alguna esperanza o seguir hacia adelante en la consolidación del actual modelo, precario, deficiente y que, pese a la buena voluntad de muchos, pone en riesgo la seguridad de personas y bienes en el ámbito provincial de Soria.

En primer lugar, para zanjar debates competenciales interesados, debemos informar que la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, en el CAPÍTULO II Competencias, Artículo 36 reza: “Son competencias propias de la Diputación y asumirá la prestación de los servicios de prevención y extinción de incendios en los municipios de menos de 20.000 habitantes”.

El interés por responsabilizar a terceros, pretendiendo esquivar las responsabilidades propias, queda pues claro. La evidencia de que cuando se gobierna se hace lo contrario que cuando se ejerce la oposición, deja también poco margen de duda sobre una cruda y dura realidad, cual es que la seguridad de los sorianos en el medio rural les importa poco a los dos grandes partidos nacionales, más allá se ser un recurso frecuente para la confrontación política, entre partidos o atizando a otras instituciones. Un espectáculo que calificamos de lamentable.

Recordamos también que la Ley 4/2007, de 28 de marzo, de Protección Ciudadana de Castilla y León. Artículo 37. Servicios esenciales y complementarios. Artículo 38. Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento. 1. A los efectos de esta Ley, son servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento los profesionales y los medios materiales asignados a las tareas y funciones descritas en el artículo siguiente. 2. Los bomberos profesionales ostentan el carácter de agente de la autoridad en el ejercicio de las funciones encomendadas en esta Ley.

Sobre recientes declaraciones, derivadas de la impugnación de las bases para la confección, sin prueba de capacitación alguna, de una bolsa de bomberos interinos, debemos aclarar que en el Servicio de Bomberos de la Diputación somos una plantilla de 15 bomberos profesionales (no 20 como afirmó D. José Antonio de Miguel Nieto) para trabajar en 3 Zonas: Moncayo (parques de Agreda y Ólvega), Almazán (parque de Almazán) y Ribera (parques de El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz).

Esta cifra supone que estamos 5 bomberos profesionales para cada zona (no 4 por Parque como afirmó el referido Diputado) permaneciendo trabando dos de ellos por turno, personal que aseveramos totalmente insuficiente.

Cómo Jefes de Parque, debemos confirmar además las denuncias de precariedad elevadas por un sindicato, que ha denunciado que cada uno de estos profesionales, con el actual sistema de trabajo, presta más de 4000 horas de servicio anuales, de las cuales menos del 25% son presenciales en el parque, el resto son de localización, debido a que es imposible cuadrar los cuadrantes con tan poco personal.

Sobre la denominación de Parque, entendida social y profesionalmente, debemos confirmar que estas naves que contienen y albergan material, no tienen la condición de centro de trabajo, ni reúnen condición alguna de habitabilidad que permita ni siquiera la presencia continuada de los bomberos que prestan servicio, lo que abunda en la impresión de que se mantiene un Servicio de Bomberos que podemos calificar de “trampantojo”

No prestar servicio presencial de 24 horas conlleva que cuando se produce una emergencia no sea una salida inmediata en la mayoría de los avisos y en nuestro trabajo “el tiempo es oro”. Los profesionales del Servicio, en estado de localización disponen de 15 minutos de tiempo de respuesta para salir a una emergencia… ¡mal empezamos! A nadie se le escapa que no es lo mismo atender a unas víctimas de tráfico en 10 minutos que en 30, lo mismo que en un incendio de vivienda, forestal, etc.

A nadie se le escapa, pero conociendo esta realidad este es el modelo por el que han apostado Presidentes y diputados provinciales de distinto signo político, por su negativa a incrementar el personal y dotar a los parques, con más o menos personal, para prestar servicio presencial 24 horas al día, 365 días al año, que es patrón que rige en todo servicio de urgencia o emergencia que se califique como tal.

Nuestra estructura territorial supone que cada parque comarcal tiene asignados una serie de municipios “más cercanos” al mismo, donde el tiempo de desplazamiento (solamente el tiempo que se tarda desde el parque hasta la entrada al municipio) varía mucho, pero permite hacer una media por las isócronas recogidas:

El 30% de los municipios se encuentran a menos de 15 minutos de desplazamiento

El 45% a menos de 30 minutos

El 25% a más de 30 minutos

Variando estos porcentajes dependiendo de las zonas, estos tiempos pueden dilatarse, destacando en este apartado que la regla de proximidad no se sigue en todos los casos, existiendo municipios que no son atendidos por el parque más cercano.

Como profesionales del Servicio, denunciamos que la configuración actual es sumamente precaria, derivada de intereses personales y políticos, no llegando a ofrecer un servicio mínimo de garantía. Hay zonas de la provincia muy alejadas de los parques actuales y, por el contrario, hay zonas que cuentan con dos parques, casi contiguos, que nadie que ha estado al mando (políticos) ha tomado la decisión de resituar u organizar, distribuyendo de manera más eficaz los medios de los que disponemos actualmente.

Como profesionales, nos sentimos en la obligación de informar que aparte de tener un servicio muy deficitario, como denunciamos, si por desgracia alguien tiene que hacer uso del mismo, la Excma. Diputación le aplicará las tasas correspondientes por el tiempo empleado, los vehículos usados, el material y equipos, los bomberos profesionales, así como ¡¡los voluntarios!!

Aclarando que, si tenemos un tiempo de respuesta hasta el lugar del siniestro de 40 minutos, lapso de tiempo lamentable como tiempo de respuesta, el usuario partirá con un incremento en tasas de 1:30 horas, solo por el desplazamiento de ida y vuelta al lugar. Un incremento de tasas que demuestra las políticas de los que administran y dicen hacer cosas por nuestra “España vaciada”. Vergonzoso.

Demandando la incorporación de más personal profesional, tenemos que hablar de la figura del mal llamado, interesadamente, bombero voluntario. Este personal, al que la Ley denomina voluntario de extinción de incendios, son personas que viven de su trabajo y que se incorporan al Servicio si son requeridos y tienen posibilidad de hacerlo.

Que no tengan obligación legal de incorporarse a un servicio de urgencias, sencillamente no asegura su presencia y en el mejor de los casos el tiempo de respuesta se demora, (porque está trabajando, o con su familia, o fuera de la localidad, u otras circunstancias personales de cada uno). Un Servicio de Bomberos que se precie no puede basar su eficacia y buen funcionamiento en la voluntariedad de la gente.

Los voluntarios están agrupados por grupos de guardia, que cuando se les solicita “se incorporan al servicio”. Esta “incorporación” es “relativa”. Por los motivos mencionados anteriormente, existe siempre la incertidumbre ante cada siniestro, sobre si podremos o no contar con la presencia de alguno.

Existen parques en los que, desde hace años y según rezan los partes de intervención, de los cuales tiene constancia el Jefe del Servicio, no se incorpora ningún voluntario a las intervenciones. Pese a ello, por parte de Jefatura sólo se conocen reconocimientos a este personal, eludiendo la problemática, en una actitud que parece poco responsable.

Debemos denunciar la inversión de papeles en el Servicio de Bomberos Provincial. Frente a 15 bomberos profesionales hay 70 auxiliares de extinción. La Ley 4/2007 de Protección Ciudadana de Castilla y León establece que este personal debe ser un simple colaborador. Un servicio de urgencia no puede depender de la presunta buena voluntad de tanta gente. Reclamamos la concreción de un Servicio con más bomberos profesionales en plantilla.

A mayores, las leyes regionales sobre el voluntariado 8/2007 y 45/2015, establecen que la actividad del voluntariado no puede sustituir a las prestaciones a las que las administraciones públicas están obligadas”. Entendemos que la actual conformación del Servicio de bomberos provincial de Soria supone un flagrante fraude de ley que propicia la prestación de unos servicios de tercera.

El Diputado del Servicio D. José Antonio de Miguel Nieto afirmó que «La labor del voluntariado se realiza con todas las garantías», asegurando que todos ellos siguen cursos y seminarios de formación para intervenir en situaciones de emergencias.

Frente a esta falacia, afirmamos que no hay una formación obligatoria ni reglada, por lo que puedes encontrar voluntarios engrosando la lista del servicio durante varios años con casi nula implicación personal o escasa formación.

Entendemos que también hay gente muy válida e implicada a la que hay que reconocer su esfuerzo y preparación, gente que no entiende que no exista ninguna prueba de aptitud ni examen de ningún tipo que permita acreditar los conocimientos teóricos precisos para esta complicada profesión.

Finalmente, queremos valorar, con cierto conocimiento de causa, la última convocatoria para crear la bolsa de bombero-conductor, Publicada en el BOP de Soria con el nº 80 el miércoles 15-07-2020, que no ha contado con nuestra aportación y que sólo puede tener un carácter crítico.

Calificamos como falta de respeto hacia nuestra profesión y colectivo estas bases perpetradas por la Diputación de Soria, que han indignado a muchos compañeros de otros servicios del país.

Frente a la laxitud de esta convocatoria, impugnada al menos por dos sindicatos, queremos mencionar también la complejidad de nuestro trabajo, debida a la cantidad de ámbitos en los que intervenimos: incendios urbanos, garajes, industriales, forestales, agrícolas, rescate en accidentes de tráfico, rescates en altura, bajo cota, en medio acuático, ascensores y domicilios, inundaciones, siniestros en presencia de mercancías peligrosas, etc.

Este “proceso selectivo” no contiene ningún tipo de examen que exija superar unos conocimientos mínimos, que como el valor al aspirante “se le supone”. Entendemos que demostrar competitivamente unos conocimientos es algo imprescindible para desempeñar con garantías nuestra profesión.

No existe test psicotécnico alguno, pese a poder ejercer como agente de la autoridad, no es preciso demostrar prueba alguna de habilidad, habituales en cualquier oferta de empleo público. Estamos en Soria. Todo vale. Entendemos que como jefes de parque tenemos la obligación legal y moral de advertir todo lo que está pasando, en el afán de que algo de una vez, mejore.

Exigimos a la diputación seriedad y respeto a la profesión y a los y las aspirantes a bombero. Todos los concurrentes pueden integrar la bolsa de empleo, tengan o no vértigo, sepa o no sepa nadar, padezca o no claustrofobia. Parece todo una pesadilla, pero es la realidad de una convocatoria de empleo público en la provincia de Soria.

Consideramos indignante, para la profesión y para tantos que han padecido sangre, sudor y lágrimas en pos de aprobar unas oposiciones de bombero, que la Diputación de Soria pretenda perpetrar ahora un “proceso selectivo” indigno y atentatorio contra los elementales principios de igualdad, mérito y capacidad que se han demostrado hasta el momento para acceder a la profesión de bombero.

Desde la ironía, queremos agradecer la labor de D. Luis Javier Benito, Arquitecto Jefe del Servicio (responsable de dicha bolsa), así como la de los sindicatos de la Diputación, cómplices de este atropello, por su afán por “defender y dignificar” nuestra profesión.

No hace mucho, la página oficial de Diputación anunciaba;

l6 de julio “Diputación amplía el refuerzo de recogida de basuras del periodo estival ante el aumento de visitantes”

23 de junio, “Se han puesto en marcha las brigadas forestales compuestas por 34 profesionales y que a lo largo de seis meses se van a encargar de la limpieza de las zonas cercanas a los pueblos de la provincia con el objetivo de evitar la propagación de los posibles incendios que pudieran ocasionarse. Se ha necesitado tiempo para adquirir las dotaciones necesarias para el trabajo de las brigadas y también para la realización de los cursos correspondientes de los operarios, que tienen por delante un importante trabajo que realizar.”

Nos parece perfecto que se refuercen servicios que lo necesiten. ¿Para cuándo el servicio de Bomberos? ¿Para cuándo equipos y formación para su propio personal?

Pretendemos por medio de estas líneas que plantee un modelo de futuro para los bomberos de la diputación, que nos permita trabajar con seguridad en beneficio de los habitantes de nuestros pueblos en el ámbito provincial de Soria".

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