De "mucha incertidumbre", califica el presidente de Asohtur, Pablo Cabezón, el momento que pasa en este momento -27 de septiembre- la hostelería soriana. Lamenta que el Día Mundial del Turismo, que se celebra este domingo "con pocas alegrías", llegue en un momento triste para los hosteleros.
El verano no ha sido malo en la provincia de Soria, apunta el presidente de la asociación de hostelería y turismo de Soria (Asohtur), Pablo Cabezón. Pero el progresivo empeoramiento de la situación epidemiológica del COVID-19, deja muchas incertidumbre para las próximas semanas y meses, con la llegada -además- del tiempo invernal, con el que ya no apatecerá estar en las terrazas.
"No sabemos qué pasará", si habrá más restricciones, qué medidas tomarán los responsables de las administraciones, o cómo irá el sector en los próximos meses, señala el presidente de Asohtur. Desde luego, las perspectivas son negativas, y hay colectivos, como el del ocio nocturno, que están cerrados. Las consecuencias de la pandemia en este grupo de hosteleros puede ser muy grave, aunque Asohtur no dispone de datos sobre posibles cierres definitivos de establecimientos, tanto en el ocio nocturno como en la hostelería, en general, por el cierre o la importante reducción de facturación. Por ejemplo, en breves días llega San Saturio, otro momento duro para la hostelería, porque no se trabajará la suspensión de los actos festivos y las restricciones horarias.
También el turismo rural, cuando está a punto de empezar el periodo micológico, y cuando la campaña de otoño es la mejor para el turismo en Soria, está en un 'sinvivir', a la espera de conocer como reaccionará el visitante, y qué medidas puede imponer la administración, en el caso de que el contagio vaya a más.