Están previstas más de 2.400 señalizaciones a lo largo de 1.400 kilómetros de la ruta que, junto a Soria, recorre las provincias de Alicante, Burgos, Castellón, Guadalajara, Teruel, Valencia y Zaragoza.
Un año más, como suele ser habitual al concluir el cerano, el Consorcio del Camino del Cid, inicia la campaña de señalización y conservación de las rutas senderistas y BTT de este itinerario que atrraviesa la provincia, al igual que lo hace en Alicante, Burgos, Castellón, Guadalajara, Teruel, Valencia y Zaragoza. Este año las labores comienzan con cierto retraso debido a la crisis del Covid-19.
El consorcio está preparando el trazado para el año próximo con "optimismo" para 2021, ya que los territorios naturales por los que pasa "son un valor en sí mismos y constituyen un foco potencial de atracción dentro de ese cambio de tendencia, gustos, inquietudes y expectativas de los viajeros", han avanzado en la organización.
Para el ejercicio entrante serán más de 2.400 las nuevas señales a instalar a lo largo de 1.400 kilómetros de senderos y caminos. La mayoría de las señalizaciones serán marcas de pintura, aunque también entrarán en funcionamiento placas rotuladas, vinilos, balizas direccionales, estacas de madera, flechas de dirección, etc.
La experiencia en ruta ha permitido optimizar y abaratar considerablemente estos trabajos, cuyo coste para 2020 asciende a 15.120 euros. También advertir nuevas necesidades e imaginar nuevas soluciones. Por ejemplo, en el consorcio han detectado que hay senderistas que se confunden cuando cambian los colores de la señalización. Esta varía según la ruta sea GR (blanco - rojo), PR (blanco - amarillo) o camino no homologado (rojo - rojo), con lo que serán instalados 17 carteles informativos para eliminar cualquier confusión.
Otro asunto que preocupa son las incidencias que se producen cada año y que aparecen como 'alertas en ruta' en el visor cartográfico de la página web. Allí aparecen descritas y georeferenciadas y, cuando es necesario, se ofrece una alternativa de paso. Para facilitar la información sobre el terreno, serán colocados en los diez puntos más conflictivos carteles de aviso con un código QR de enlace a la web para quien precise más información.
Por otro lado, uno de los posibles problemas de orientación puede darse dentro de las ciudades. Para ello hemos se ha dispuesto de una señalización urbana específica, muy poco invasiva visualmente, que ha sido presentada al Ayuntamiento de Burgos como experiencia piloto.
El mantenimiento del Camino del Cid no sólo consiste en ir al campo y señalizar, sino que requiere de un trabajo previo y otro posterior. El trabajo previo consiste en la detección de las incidencias y su valoración. Estas llegan a través de los propios viajeros, de los ayuntamientos y asociaciones o somos nosotros quienes las detectamos en ruta.
Las incidencias en 1.500 km son muchas y muy variopintas. Son 'georrefrenciadas' y valoradas en función de su importancia y urgencia para después determinar las actuaciones a realizar sobre el terreno en cada campaña. Después vienen los trabajos de campo, que suelen durar entre 6 y 7 meses, dependiendo de las zonas y la climatología.
Todas las actuaciones (en torno a 3.000) se fotografían, se georeferencian y se "colocan" sobre un mapa, de modo que se sabe, a lo largo de los años, dónde y cuándo se situó cada señal. De esta forma se tiene constancia de las labores llevadas a cabo realizados por la empresa contratada y del estado de la señalización a lo largo de los 1.500 km.
Además, todos los cambios deberán actualizarse en la edición 2021 de los tracks y las topoguías (catorce publicaciones digitales): hay que cambiar los textos, los perfiles, los mapas y los tracks de rutas por modalidad. No es un trabajo fácil, sino más bien todo lo contrario: laborioso y arduo.
Una vez estén disponibles los nuevos materiales (topoguías y tracks) será publicada la nueva información, retirando la del año pasado, y a continuación serán enviados los tracks a todas las plataformas donde aparece la ruta, desde el Instituto Geográfico Nacional a Wikiloc, entre otroas.