En una carta a la dirección de este periódico, confiesan su gratitud pero muestran su pesar ante la despedida y se preguntan "¿Y ahora, qué?".
Resulta paradójico comprobar que el año en el que se van a celebrar los 100 años de la presencia de la Orden Franciscana en Soria, nuestros queridos Franciscanos se vean obligados a abandonar nuestra capital y provincia.
Inimaginable resultaría que desde el Club Deportivo San José de Soria no mostrásemos nuestra inmensa gratitud hacia la congregación de los Padres Franciscanos. La gratitud es la memoria del corazón. La memoria enlaza nuestras actividades deportivas con nuestro Colegio San José y sus Padres Franciscanos y el corazón no nos permite guardar silencio.
No podíamos concebir el Club sin la unión con nuestro Colegio y por ende sin nuestros Padres Franciscanos. Las vivencias serán recordadas y nos acompañarán siempre, pero la añoranza de simultanear una gestión educativa, formativa, religiosa y deportiva con los fundamentos doctrinales franciscanos serán añorados por la eternidad.
Nuestros Padres Franciscanos han sabido adaptarse en estos 100 años a los cambios que se iban produciendo y han guiado a centenares , miles , de hombres y mujeres que han pasado por el Colegio, pero también por las asociaciones afines al mismo: Asociación de Exalumnos, Coral San José, Judo Club San José, Escuela de Dulzaina, Club Social, Cofradía del Ecce Homo y Club Deportivo San José, en el respeto, la comprensión, la tolerancia, la justicia, la responsabilidad, el amor, la humildad, la cordialidad, la alegría, la ilusión, en definitiva nos han guiado hacia el legado de la Orden Franciscana : la Paz y el Bien.
Sin acritud mostramos nuestros sentimientos… Primero fue la utópica fusión en el año 2017 de los centros educativos San José y Sagrado Corazón bajo la dirección de la Fundación Trilema. Nunca nos creímos la promesa de 'mantener la independencia de ambos centros' y el tiempo nos ha dado la razón, y si además los últimos cuatro Franciscanos se ven obligados a marcharse del Convento por supuestamente temas de edad y de salud.. ¿Y ahora, qué?
A día de hoy 4 de octubre de 2020, festividad de San Francisco de Asís, y para siempre, se demuestra que al Club Deportivo San José se le han cerrado las puertas físicas de seguir formando y educando a los miembros de nuestro colectivo a través de los valores Franciscanos, pero nunca las puertas intelectuales, éticas y morales.
Pero no podemos rendirnos y por ello vamos a hacer nuestra la literalidad de este manifiesto: 'Demostrad que lo sembrado hasta ahora, ha caído en tierra fértil, haced que nosotros como franciscanos y esta institución educativa que os ha acogido, nos sintamos orgullosos de vosotros', y a fe que vamos a intentar que lo sintáis.
De ahora en adelante comienza una nueva etapa para miles de sorianos que no podrán ya ni asistir al colegio San José ni ahora tampoco ya a asistir a la iglesia de los Padres Franciscanos. Y esta nueva etapa no es otra de hacer del recuerdo y la nostalgia de esa contingencia de valores un futuro próspero, donde todos los miembros de nuestra entidad sigan teniendo presentes, independientemente de su ideología, creencia, etc., los valores franciscanos que forjaron este nuestro club.
Y qué mejor que terminar este testimonio de inmensa gratitud hacia nuestros Padres Franciscanos que con la Oración de San Francisco: 'Donde haya odio, ponga yo amor. Donde haya ofensa ponga yo perdón. Donde haya discordia ponga yo unión. Donde halla error ponga yo verdad. Donde haya duda ponga yo fe. Donde haya desesperación ponga yo esperanza. Donde haya tinieblas ponga yo vuestra luz. Donde haya tristeza ponga yo alegría. Señor, que no busque yo más: ser consolado, que consolar, ser comprendido que comprender, ser amado que amar'. "