En estos tiempos de pandemia, Aspace Soria clama por "un futuro mejor"

En la tarde de este martes, la plaza de Mariano Granados de la capital soriana ha sido el escenario en el Aspace Soria ha cristalizado con la presencia de la agrupación la jornada conmemorativa que reivindica la mejora de la calidad de vida y la atención para quienes sufren parálisis cerebral y para sus familias.

Y sobre todo, donde la pandemia ha originado una reducción en los cuidados de estas personas con esta pluridiscapacidad y por ende en lo que es el respiro para quienes están más cercanos a ellas. Así lo ha expresado Laura de Diego, gerente de la agrupación tras haber sido dado lectura a un manifiesto en multitud de lugares de España

Se trata de reivindicar unos derechos "este año con más fuerza", para afrontar las desigualdades del colectivo, al igual que en otros ámbitos de la asistencia social, que han de ser sostenibles. "En esta pandemia se ha visto que nosotros somos más vulnerables", ha observado, a la vez que ha indicado que la "financiación adecuada" sigue siendo el problema para llevar a cabo lo que este tipo de cuidados requiere. "Las necesidades se han triplicado y sin embargo no estamos llegando a todo lo que tendríamos que llegar", ha lamentado. El distanciamiento social hace que el centro que dispone la agrupación, ya de por sí con una superficie no muy amplia, ha obligado a cambiar y reducir horarios, con asistencia domiciliaria que no abarca toda la labor diaria que es preciso realizar. Además, han tenido que hacer uso de locales cedidos, "espacios más grandes" por el Ayuntamiento para dar continuidad a este cometido.

De Diego también ha mostrado su inquietud por el nuevo centro que piensan construir, ya que la epidemia ha mermado los recursos, y ha mostrado su confianza en que "no haya recortes" para seguir avanzando en la consecución de las nuevas instalaciones. Aspace Soria alberga a más de 60 asociados y venía prestado atención atención a más de cuarenta personas, aunque la crisis ha llevado a reduri la cobertura a unas treinta, "porque no llegamos a todas", ha insistido. "Habría que triplicar el personal", ha calculado, ya que "son pocas horas para muchas personas. Es complicado", ha concluido.

En esta jornada, que tenía el lema #UnFuturoMejor también ha quedado patente la carga socioeconómica de las familias, además de mostrar la vulnerabilidad del colectivo, susceptible de mayores riesgos, no solo en lo que son contagios, sino en el apartado psicológico ante las medidas sanitarias a cumplir.