Los hosteleros de Soria, indignados y decepcionados por el toque de queda

"Los perjuicios y las pérdidas económicas que nos están causando" con las diferentes restricciónes, sumado a la guinda -ahora- del toque de queda, "no lo podemos asumir. Nos abocan a la ruina", lamenta con tristeza y con rabia el presidente de la Agrupacion Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur), Pablo Cabezón, que ayer sábado, al filo de las 22:00 horas, se encontraba también recogiendo y ultimando el cierre de su establecimiento.

Las administraciones y los políticos han estigmatizado a los hosteleros, "nos han señalado injustamente como culpables" de un contagio que hay que buscarlo en otros espacios, en otros hábitos sociales, como los encuentros familiares y de amigos, las fiestas privadas o los botellones. Asegura Cabezón que solo el 3% de los contagios de la enfermedad COVID-19 se debe a la hostelería, "porque cumplimos con todas las medidas de seguridad que nos ordenan. Entonces, por qué la toman así con nosotros, sin dejarnos trabajar".

Considera que "el toque de queda, tal y como lo han planteado, es una irracionalidad, me atrevería a decir que una ilegalidad, porque vulnera muchos derechos, y estamos convencidos de que si mantuviéramos abiertos nuestros locales no podrían multarnos. Aún así lo respetamos y lo aceptamos, por responsabilidad social". Pero los políticos no saben el daño económico que están haciendo a miles de familias, solo en Soria, apunta.

Pablo Cabezón está convencido de que el control del contagio se puede hacer sin castigar inmisericordemente a la hostelería, pero los políticos quieren buscar unos culpables que no sean ellos, porque no quieren asumir su responsabilidad. Están fomentando el consumo en fiestas y encuentros privados, que las autoridades no pueden controlar, critica. "NIngún sector está sufriendo tantas restricciones como la hostelería", recalca el presidente de los hosteleros, denunciando que ni los propios políticos se aclaran, adoptando medida sobre horarios de manera caprichosa y diferentes, en unos y otros territorios de España. "Esto es una locura, una burla. Nosotros pagamos todos los impuestos que nos exigen. Si a los políticos les pagaran sus sueldos según los aforos, horarios y restricciones, como lo sufrimos los empresarios y trabajadores de la hostelerías, otra cosa sería", concluye.