Artículo de opinión de Sergio García, director de Soria Noticias
Allá vamos otra vez. Como a los malos estudiantes nos toca repetir curso, aunque tengo entendido que esto ya tampoco va a ser así, pero eso es otro tema.
El Gobierno de España ha vuelto a decretar el Estado de Alarma. La segunda ola del Coronavirus es ya una realidad y nos ha explotado en la cara. Como la primera, pero ahora sin la excusa de no saber lo que iba a pasar, sin poder decir aquello tan falso de “nadie lo podía prever”. Y aquí estamos, como en marzo, pero peor. Peor porque es posible que esta segunda ola sea menos dura en cuanto al coste de vidas humanas, pero estoy convencido de que será mucho más dura social, económica y anímicamente.
Como en marzo, pero peor porque hemos tenido que volver a declarar el Estado de Alarma tras no ser capaces (o ni siquiera intentar realmente) durante medio año de reformar las leyes sanitarias para que estas amparasen confinamientos, toques de queda y cierres perimetrales. Nos prometieron que tendríamos un nuevo marco jurídico y lo que hemos tenido ha sido una amalgama de decisiones cuestionables, de limitaciones de derechos fundamentales sin un claro respaldo legal y de desconciertos de los ciudadanos.
Estado de Alarma que, sí, ampara las medidas que están tomando las Comunidades Autónomas, pero también da plenos poderes y un menor control parlamentario a un Gobierno que, cuanto menos, levanta muchas dudas sobre sus comportamientos en el límite d lea ética y la legalidad, por ejemplo, para tratar de controlar el poder judicial.
Otra demostración de que no hemos aprendido nada es que ya tenemos fecha para el fin de todo esto, el 9 de mayo. No cuando la incidencia acumulada baje de X, no para primavera, no `a ver si para mayo´, no, el 9 de mayo. ¿Se acuerdan de lo que pasó con la desescalada? Pues eso.
Como en marzo, pero peor porque no hemos reforzado como merecía el sistema sanitario. Porque en el caso de Soria hoy tenemos menos médicos que entonces y la Junta nos dice que no nos preocupemos, pero no nos dice de dónde va a sacar personal para cubrir esas plazas. Como en marzo, pero con muchas personas vulnerables llevando meses sin poder ver a su médico, sin las 4 nuevas UCI que teníamos prometidas en el Santa Bárbara en marcha y con el personal sanitario hastiado, agotado y cabreado.
Como en marzo, pero sin colchón económico para miles de familias y empresas. Como en marzo, pero sin tener claro cómo vamos a ayudar a sectores como la hostelería o los eventos en directo. Como en marzo, pero sin reserva moral. Estos 6 meses no serán de aplausos, arcoíris y canciones, téngalo claro. Vienen meses de confrontación dura y de reproches. Vienen meses desagradables.
Y todo porque usted y yo (¿pensaba que nos íbamos a librar?) hemos sido incapaces de cancelar nuestros viajes y reducir nuestras reuniones sociales hasta que nos las han prohibido. Hemos fracasado como país y por eso estamos como en marzo, pero peor.