Soria, la primera provincia de Castilla y León en lograr bajar el nivel de riesgo de extremo a alto

El semáforo que aprobó el consejo interterritorial de salud acaba de cambiar de luz para Soria. No es que se trate de una noticia para echar las campanas al vuelo pues el semáforo tenía 4 niveles y todas las provincias de Castilla y León aparecieron en el más alto, el 4. “Riesgo muy alto o extremo, transmisión comunitaria no controlada y sostenida que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario, y que podrá requerir medidas excepcionales”, dicta la definición de dicho nivel.

Pues bien, con los datos oficiales de ayer Soria pasa de nivel 4 a nivel 3, un nivel que el documento define como de “riesgo alto, con trasmisión comunitaria no controlada y sostenida que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario”. Soria siempre ha sido la provincia que mejor se ha comportado en estos indicadores y este nivel 3 indica que las medidas adoptadas están comenzando a dar sus frutos.

Aun así, este descenso no supondrá, al menos a priori, ningún cambio en las restricciones y la situación continúa siendo complicada. De hecho, Soria está muy bien en uno de los 8 varemos (el de la trazabilidad de los casos), mal en 3 indicadores (positividad, ocupación en planta y ocupación en UCI) y muy mal en los otros 4 (los de incidencia acumulada).

La incidencia acumulada en 14 días de Soria es de 626, y solo Segovia (con 490) está mejor que nosotros. Para hacernos una idea de la situación en que nos encontramos el Ministerio de Sanidad señalaba hace unas semanas que una incidencia por encima de 500 exigía medidas urgentes, una incidencia por encima de 150 era muy preocupante y para llegar a una situación sostenible esta debía situarse en 25.

25 o incluso 150, los niveles a partir de los cuales los expertos lanzan sus alertas aunque la realidad social y política los haya elevado a 500, están muy lejos de los 626 por lo que este paso al nivel 3 de alerta sirve para señalar que las cosas van por el buen camino pero no para lanzar las campanas al vuelo. Al fin y al cabo, solo hemos pasado de riesgo muy alto o extremo a ‘simplemente’ alto.