La Comisión de Educación no aprueba la implantación de un profesional de la enfermería en los centros escolares

La procuradora socialista soriana Judith Villar ha defendido en la Comisión de Educación una Proposición No de Ley en la que se instaba a la implantación en todos los centros escolares de la figura de un enfermero profesional. La enfermera escolar es el profesional sanitario que trabaja de manera coordinada junto con el equipo escolar dentro del ámbito educativo. Es decir, “forma parte del equipo educativo, asiste a las reuniones de claustro y se coordina con el equipo docente para no solo prestar servicio asistencial, sino también realizar una labor educativa” ha explicado Villar.

La Enfermera Escolar no es una figura novedosa, porque ya está institucionalizada y consolidada en otros países, en colegios privados y colegios públicos específicos de educación especial. La procuradora ha enfatizado que el objetivo principal del profesional de enfermería es “es conseguir el desarrollo de los alumnos a todos los niveles para que adquieran un estado de salud óptimo y prestando una atención integral”.

La actual situación de pandemia mundial en la que estamos inmersos es otro motivo más que justifica su presencia en los centros educativos ya que podría ser la figura coordinadora de los equipos Covid de los centros educativos, conformados por los propios docentes que no cuentan con una formación ni sanitaria ni en salud, para la procuradora socialista “es demasiada la responsabilidad que asumen los docentes prácticamente haciendo diagnósticos de algo que corresponde a personal sanitario”.

Recientemente se ha creado una Plataforma Estatal de Enfermera Escolar, integrada por el Sindicato de Enfermería, SATSE; el Foro Español de Pacientes, FEP, y el Sindicato Independiente de la Enseñanza Pública ANPE, para lograr la implantación de la figura de la enfermera escolar en todos los centros educativos de nuestro país. Al margen de esta plataforma, lo cierto es que la figura de la enfermera escolar es una reivindicación histórica de los sindicatos de enfermería. Villar recordado además que “las competencias en sanidad y en educación son de la Junta de Castilla y León, porque estamos ya muy acostumbrados en estas Cortes a que la junta de Castilla y León pida responsabilidades a otras administraciones, eludiendo las suyas propias”

Por otro lado, además de la covid-19, existen patologías previas del alumnado que asiste a los Centros escolares de nuestra comunidad autónoma. Entre las más comunes son diabetes, asma, epilepsia, alergias, tumores… y algunos de ellos necesitan vigilancia constante, que no se puede dar adecuadamente si no existen en los centros escolares personal sanitario. Además, los niños con enfermedades y discapacidades crónicas deben ser integrados y atendidos en sus necesidades de salud, por lo que requieren una serie de cuidados y atenciones en la escuela, lugar donde pasan la mayor parte del día. Estos problemas de salud son difíciles de abordar sin la ayuda de profesionales de la salud. Y en muchas ocasiones se realizan gracias a la buena voluntad de profesores, maestros o ATES sin formación médica.