Arte Fritas: pioneros y referentes en el mercado nacional

Arte Fritas de Soria es una joven empresa familiar -nació en el año 2000- que ya vende sus patatas fritas por casi toda España. Desde el primer momento se centró en buscar una buena red comercial, y la introducción de su producto en las grandes superficies, con su propio nombre o con otras marcas blancas.

Esa implantación no fue difícil, recuerda Benito Sainz. “En ese momento, no había patata frita en aceite de oliva en el mercado. Luego empezaron otras marcas conocidas a hacerlo, pero nosotros fumos los pioneros. Hasta entonces se freían con girasol”.

Y es que ahí está la clave del éxito de Arte Fritas, en que sus patatas se fríen en un buen aceite de oliva, y también en la calidad de la patata, solo utilizan la variedad agria, “que es la que mejor fríe. No cambiamos en todo el año, aunque su precio sea más alto. Pero no la mezclamos para abaratar costes, y esta circunstancia nos ha dado un valor diferencial en el mercado”.

Lo que aparentemente parece una elaboración sencilla, como es freír patatas, requiere un proceso delicado y muy artesanal, “si quieres ofrecer un producto de calidad”, que es lo que hace Arte Fritas.

PATATA SELECCIONADA

De entrada, lleva a cabo una selección exigente de la patata que adquiere. Entre el 60 y el 70% procede de agricultores sorianos, preferentemente de la zona de Añavieja, que es el pueblo de los hermanos Sainz Largo -Benito, José Javier y María Pilar-, responsables de las diferentes áreas de la empresa: comercialización, fabricación y contabilidad, respectivamente.

La patata del entorno de Añavieja es excepcional, por cultivarse en una tierra que le va muy bien, singular y fértil, donde antes hubo una laguna. La altura (mil metros) y el clima conforman esa calidad única. El resto de patata que se compra, hasta un total de cinco millones de kilos, procede del resto de la provincia, de Teruel (con un clima similar al soriano) y de algún gran almacenista.

Benito Sainz explica que la patata es un tubérculo vivo, muy delicado: “El resultado de la fritura depende hasta del día. Por eso, su conservación es clave”. Se hace en almacenes que requieren oscuridad, y una temperatura y humedad constantes.

Si a la calidad de la patata se suma una elaboración artesanal muy cuidada, el resultado no puede ser otro que el de una patata frita extraordinaria, de una gran calidad y sabor, reconocida por el mercado nacional.

La prueba es que Arte Fritas crece año tras año, y cada vez son más las grandes superficies y las cadenas que demandan su producto.

Por ejemplo, en el grupo Alcampo la venden con la marca ‘La tentación’; en BonÁrea, como BonÁrea; en Ahorra Más, como ‘Patatas fritas de Soria’; o en los establecimientos Macro, con la marca original de ‘Arte Fritas de Soria’.

Aunque ha hecho alguna prueba con sabor de jamón, Arte Fritas se ha decantado por un producto natural, el tradicional, sin ningún tipo de conservantes o añadidos de aroma.

Además, Arte Fritas ha mejorado su envase, con una bolsa de atmósfera protectora. Se extrae el oxígeno y se mete nitrógeno, para que la patata no se revenga, ya que el aceite de oliva reviene más. Aunque la patata no está mucho en la bolsa, ironiza Benito Sainz, porque no pueden atender toda la demanda que tienen. Sin duda, una buena noticia para el futuro de Arte Fritas.

Arte Fritas de Soria cuenta ahora con 26 trabajadores, en la fábrica que tiene en Matalebreras, además de varios comerciales. Hace dos años amplió sus instalaciones a 4.000 metros cuadrados. Ha incrementado la fritura con dos sartenes (ahora son cuatro), y dispone de dos líneas de envasado. El número de clientes alcanza ya unos 900, de casi toda España.