El Numancia no ha podido ganar en El Requexón al Oviedo B, y se vuelve a Soria con un empate sin goles, ante un equipo que no tiene los objetivos del Numancia, que debe mirar a la Segunda División. Los partidos fuera de casa se atascan, y aunque ha habido algúna ocasión clara, se ha echado de menos más ritmo y empuje de los rojillos, para buscar el gol. El míster Mandiola cree que el Numancia ha jugado para poder ganar, pero de nuevo no ha habido suerte a la hora de culminar el gol. De momento, de los 15 puntos posibles (en cinco partidos) se han dejado siete fuera de casa, que es mucho a estas alturas de la competición.
El partido ha transcurrido muy disputado, muy trabado, con alternativas por parte delos dos equipos. El Oviedo B ha peleado cada balón, y paraba los intentos de los numantinos de entrar en su campo y acercarse a la puerta. Se esperaba que en la segunda parte, el Numancia buscara el gol con más ímpetu, pero no ha podido ser, sobre todo porque el Oviedo no ha dejado jugar al Numancia, que no ha sabido encontrar la manera de llegar con peligro.
El partido ha tenido ocasiones, y el marcador se podía haber movido, a favor de uno u otro equipo, aunque era el Numancia el que tenía más presión para ganar. Cada uno ha tenido dos ocasiones claras. En el caso del Oviedo, con contras desde atrás. Por parte del Numancia, ha sido José Fran el que ha protagonizado las dos ocasiones más claras, una de ellas, en un mano a mano con el portero ovetense.
El entrenador Mandiola cree que el Numancia ha podido ganar, y que ha jugado para ello, considerando que ha tenido ocasiones y ha hecho "cosas" para ganar, pero una vez más la suerte de los goles no ha llegado. Asimimo, el míster lamenta una patada a Menudo que podía ser una penalti que no ha visto el árbitro.