La asociación tiene entre otros objetivos preservar el paraje del Cerro de los Moros, en la capital, así como la oposición a la planta de residuos de Ólvega y la futura explotación de vacuno en Noviercas.
Oficialmente, ha sido constituida ya la agrupación soriana Hacendera, que entre sus objetivos persigue "promover una biosfera rica y diversa, donde podamos llevar una vida buena".
Así mismo, en el colectivo se muestran desvinculados al modelo neoliberal, que es "es causa de la desigualdad social y del deterioro de nuestro planeta", con el fin de defender el bien común.
En un comunicado, la agrupación, compuesta por "personas variopintas, con vidas, procedencias e intereses diferentes", detallan su preocupación por la futura explotación de vacuno de leche en Noviercas y la actividad que desarrolla la planta de residuos de Ólvega. También se oponen a la urbanización del Cerro de los Moros, en la capital soriana.
El comunicado es como sigue:
"Hacendera nace para promover una biosfera rica y diversa, donde podamos llevar una vida buena.
Queremos desvincularnos del modelo neoliberal dominante que es causa de la desigualdad social y del deterioro de nuestro planeta y buscar modelos alternativos que nos lleven a la defensa del bien común. Sabemos que ello supone un profundo cambio de mentalidad que abordamos desde el respeto, la responsabilidad y la proacción.
Llevamos tiempo escuchando información sobre el cambio climático, ya en 1962 la bióloga Rachel Carson, en su libro Primavera silenciosa, nos habló abiertamente de la contaminación que sufre la Tierra. Esta publicación ¡aleluya! fue una de las precursoras de la aparición de los movimientos ecologistas. Cuarenta y tres años después la Asamblea General de la ONU adoptó la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobando 17 Objetivos (ODS), con el compromiso de todos los estados para propiciar su cumplimiento con las mejores intenciones:
'Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales'.
En la cumbre del Clima de este año, el paso de la palabra a la acción se quedó en 'agua de borrajas', así que nos toca a la ciudadanía tomar la iniciativa porque ya nos ha quedado claro el estado de emergencia en el que estamos y no podemos desentendernos. Pero ¿cómo lo hacemos?
¿Qué entendemos en general por una vida buena? Una vida que abarque, además de los aspectos materiales necesarios, otros tan esenciales como disponer de tiempo para el disfrute y de unas saludables relaciones personales. Pero ¡cuidado! las políticas neoliberales a base de bombardearnos con su publicidad engañosa nos han convencido de que la clave del éxito es aspirar a tener más, a acumular toda clase de bienes, sin valorar en su justa medida otro sinfín de cosas como el tiempo, las relaciones, el disfrute de la naturaleza y de la cultura… cosas que habría que recuperar y poner en el centro, lo que requiere por nuestra parte un profundo cambio de mentalidad.
Los miembros de Hacendera somos personas variopintas, con vidas, procedencias e intereses diferentes, como la sociedad misma pero, día a día, aprendemos a ponernos acuerdo en lo que nos une, que es mucho y muy importante. Hemos debatido sobre lo que significa el desarrollo, llegando a la conclusión de que rechazamos una perspectiva antropocéntrica, es decir, donde nuestra especie sea el centro, porque querámoslo o no, formamos parte y dependemos indefectiblemente del mundo natural. De él tomamos los alimentos, el aire que respiramos, el agua que bebemos, la energía que derrochamos en todas nuestras actividades…
Nuestro planeta es nuestra casa, no disponemos de otra y, como tal, hay que cuidarlo, al igual que lo hacemos con nuestros hogares y nuestra familia y amigos. El desarrollo es pues, para nosotros, avanzar aprendiendo nuevos modelos sociales, económicos, culturales y ecológicos y crecer con el foco en el bienestar, la salud física, psíquica y emocional de las personas. Nos gustaría dejar a las futuras generaciones un lugar donde podamos alimentarnos de forma saludable, donde tengamos satisfechas las necesidades básicas, donde los cuidados sean una parte fundamental de la cultura y donde podamos llegar a acuerdos sobre cómo gestionamos la vida en nuestro territorio, en definitiva, un lugar con una cultura basada en la responsabilidad y el respeto, en los acuerdos y no en la dominación, en la paz y no en la violencia, en la colaboración y no en la competición.
Ello supone que tenemos que hacer cambios en la producción y el uso de la energía, en la forma de movernos, de alimentarnos, en resumen, en cómo consumimos y distribuimos la riqueza... y por eso promovemos la soberanía alimentaria, el bienestar animal, el consumo responsable y de proximidad, la protección de la biodiversidad, la cultura, el trabajo digno y la defensa de los bienes comunes, especialmente el agua, el suelo, el aire y el patrimonio, frente a la especulación y el interés particular.
Actualmente hay varios temas que nos preocupan y ocupan: el primero sobre el que nos hemos posicionado es el proyecto de urbanización del paraje conocido como el Cerro de los Moros, presentado por sus propietarios al Ayuntamiento de Soria que, de llevarse a cabo, dejaría este emblemático lugar completamente destruido. De momento hemos dejado constancia de la importancia de preservarlo mediante una nota de prensa y desplegando en un pleno del ayuntamiento una pancarta y carteles con el lema: 'Salvemos el Cerro de los Moros'.
Seguiremos realizando más acciones en función de cómo vaya progresando este tema por que, como ciudadanos, queremos tomar parte activa en el desarrollo y la configuración del entorno en el que vivimos, y deseamos que nuestros gobernantes se impliquen en la defensa de este paraje singular.
Pero, antes de que fuera constituída la asociación, ya mostramos desacuerdo en dos asuntos: uno de ellos es la ampliación de laplanta de residuos tóxicos y peligrosos Distiller S.A. situada en Ólvega, tema en el que colaboramos con un colectivo vecinal y ASDEN en una mesa informativa y en la recogida de firmas. El otro, es el proyecto de construcción de una macrogranja de 20.000 vacas lecheras en Noviercas, que nos parece aberrante y está en las antípodas de nuestros valores. Este proyecto fue el detonante de que nos constituyéramos como asociación. Pensamos que estando más organizados podremos ser más visibles y eficaces. Y, sobre todo, ser más.
Nuestra asociación toma el nombre Hacendera como una declaración de intenciones, porque sabemos que estos objetivos se consiguen mediante la acción común: investigando, aprendiendo, debatiendo, denunciando malas prácticas pero sobre todo educando, divulgando buenos ejemplos y promoviendo alternativas viables, con una visión holística y transdisciplinar, comprometida y optimista basada en la colaboración con las instituciones, centros educativos, empresas, colectivos y particulares, para construir en común una cultura sostenible".
En la asociación ya han dispuesto una serie de canales para poder comunicar sus iniciativas y también para formar parte de la misma son estos:
E-correo: [email protected]
Apartado de Correos 103
Instagram @asociacionhacendera
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