Los vecinos llevan desde el pasado jueves, 10 de diciembre, sin cobertura móvil. Denuncian que la situación se repite cada año cuando llega el invierno.
En Montenegro de Cameros ya se han quedado sin cobertura móvil. Llevan así desde el pasado jueves y, entre resignados y enfadados, los vecinos anuncian que "esto acaba de empezar". Cada año se repite la misma historia, cuando el invierno (con nieve, viento y frío) llega al municipio, la cobertura hace las maletas y se va de Montenegro sin fecha conocida de regreso.
"Llevamos ya cinco días sin cobertura pero eso no es nada, en 2019 estuvimos un mes sin poder comunicarnos con el móvil", cuenta Paula. Ella vive en Logroño pero su hermano y su padre sufren invierno tras invierno una situación que no cambia y solo desespera.
Desde el día 10 los vecinos, en su mayoría personas de avanzada edad, no pueden ni darse un paseo tranquilos, pues "si se separan del teléfono fijo y les pasa algo no tienen forma de avisar a nadie", explica Paula. Ella asegura que "llamamos todos los años a la compañía para avisar de la situación, primero nos dicen que no les aparece ninguna incidencia y cuando la detectan nos aseguran que nos ponen en máxima prioridad, pero aquí estamos, siempre igual".
A 7 kilómetros de Montenegro de Cameros se encuentra Villoslada, municipio perteneciente a La Rioja. Según refiere Paula, la diferencia entre ambas localidades es abismal. "Allí tienen fibra óptica y normalmente cruzábamos allí para poder enviar un mensaje. Este año con las restricciones impuestas por el coronavirus y el confinamiento perimetral no tenemos ni esa opción", explica.
Y es que el Covid-19 prometía ser toda una oportunidad para el mundo rural. El teletrabajo se erigió como una ocasión de oro para que muchos optasen por una vida más tranquila pero en Montenegro de Cameros eso es "imposible". Paula insiste en que "para mí es imposible estudiar el máster desde casa y una vecina que estaba haciendo cursos on line se ha quedado parada. Estamos desconectados del mundo".