Carta al Senador Jesús Manuel Alonso

Estamos en Navidad, tiempo de esperanza, de vida, de familia y de nuevos propósitos. También es tiempo de cartas, los niños lo saben bien, yo me uno a ellos en esta tradición, pero mi destino no está en un país lejano, esta carta va para mi vecino y parroquiano, Jesús Manuel Alonso, senador socialista y alcalde de Ágreda, mi representante en el senado, por eso quiero pedirle abiertamente su voto negativo para dos leyes, que lejos de garantizar libertades, las restringen. La primera, la Ley de educación, una ley llena de incongruencias y que principalmente coarta la libertad de los padres a elegir la educación para sus hijos, independientemente de si van a un colegio público, concertado o privado, nos afecta a todos. Sigo sin entender cómo el mundo educativo y las familias no alzan su voz ante este despropósito educativo, en el que el esfuerzo y el mérito están ausentes, por no hablar de la locura que supone para cientos de familias la continuidad de los centros de educación especial. Posiblemente esta situación de alarma y pandemia nos tenga a todos anestesiados.

¡Qué bonito y que barato es educar a los hijos de los demás en determinadas ideologías!, mucho género y pocas matemáticas o lengua, pero la factura nos la pasan a las familias, la económica, con el coste que supone la educación, libros, material, universidad....y la psicológica, porque las consecuencias nefastas que tendrá esta educación será para las propias familias, no para el gobierno. Un despropósito añadido es el momento en el que este gobierno social-comunista lo está haciendo, en mitad de una pandemia, cuando las familias se encuentran peor, preocupadas por llegar a fin de mes, incluso por comer y también por la salud de los suyos; esto dice mucho de este gobierno, entre otras cosas que tiene miedo a la Libertad, sin duda, por eso todas sus leyes y medidas se tramitan rápidamente, sin consultar a las personas involucradas y por la puerta de atrás, tratando de que no sea noticia o de que ésta sea dosificada y tratada adecuadamente en los medios de comunicación... y eso mismo están haciendo con la Ley de la Eutanasia, que próximamente pasará al Senado y sobre la que también pido a nuestro Senador un voto negativo, al menos por coherencia con sus convicciones morales, de las que tanto hace gala en determinados actos y celebraciones.

Sabemos que para defender la Libertad, la Familia y la Vida no es necesario ser cristiano, pero es un añadido importante que debería definir una forma de vida y una forma de legislar diferente, no todo vale, y la contrapartida de tener un gran sueldo mensual debe ser trabajar con responsabilidad y valentía. Esta ley, como la de educación, viene con urgencia, como si atender a las miles de familias sin trabajo y con problemas de salud no fuera prioritario. La paradoja es que sea precisamente ahora, cuando hemos perdido a tantas personas, el momento elegido por el gobierno para transformar la muerte en un derecho, qué pena para muchos médicos y sanitarios, que un día decidieron aprender esa preciosa profesión para salvar vidas y ahora se sienten obligados a cortarla de raíz o a plasmar sus datos en una lista de "objetores-desertores". Ni siquiera el Código de Deontología Médica, ni la Organización Médica colegial en España aprueban la Eutanasia, todo lo contrario, la etiquetan en contra de toda bioética.

Pero no nos equivoquemos, detrás de esta cultura de muerte hay también muchos intereses económicos, a partir de abril tendremos, además del negocio del aborto, que funciona bastante bien, el de la eutanasia, ¿este gobierno y sus colaboradores no saben impulsar empresas en las que el producto no sea la muerte? Parece ser que no, esperemos que nuestros senadores recapaciten y se ganen el sueldo con responsabilidad y coherencia. Cuando una persona está sufriendo física o psíquicamente hay que ayudar a paliar ese dolor o a cambiar la situación que está generando ese estado de depresión que le hace desear la muerte, el dolor te impide tener voluntad, empujarle al abismo corta el problema pero también la vida.

La riqueza de un país y de un pueblo son las personas y eso en Soria lo sabemos muy bien, no podemos seguir atajando así los problemas, hay otras soluciones y los médicos lo saben muy bien. Querido paisano Jesús Manuel, confío en tu responsabilidad y coherencia y en tu NO a estas dos leyes, sería un gran regalo y un orgullo para esta región que quiere seguir existiendo. Feliz Navidad.