9 meses: ¡Señores, la Hostelería se muere!

La Hostelería y el sector turístico (junto a los subsectores que dependen de ellos, evidentemente) son los grandes afectados por la crisis económica que ocasiona esta pandemia.

Durante estos meses de ‘gestación’ en los que, en el mejor de los casos, solo se han cerrado los negocios unos 4 meses (además de limitaciones de aforo, restricciones de horarios, implantación de protocolos, desinfecciones de mesas y sillas,…) nos hemos dado cuenta del gran problema político que tenemos en España.

Hemos visto cómo en un día se pueden expropiar negocios, suspender y limitar derechos y libertades, saltarse leyes, y buscar la manera para hacerlo por (se supone) el bien común del país y así dejar morir a un sector, a sus trabajadores y a sus familias, escudándose en datos sanitarios que son verdaderamente contradictorios según quién los diga y en dónde se pronuncien.

La Hostelería soriana sueña cada día con poder elegir donde quiere ejercer. Últimamente sueña con hacerlo en Madrid, que ha demostrado poder tener sus negocios abiertos y controlar la pandemia, o en Navarra, donde los empresarios reciben ayudas, o si somos más ambiciosos, en otros países que indemnizan a sus empresas por mantenerlas cerradas.

A día de hoy (y a excepción de los ERTEs, que consideramos más como una ayuda al trabajador donde el más beneficiado es el propio Estado) solo se han facilitado créditos para seguir pagando impuestos y la promesa de ayudas directas que nunca llegan, como ya estamos acostumbrados en España. Debe ser que es mucho más difícil el dar que el quitar, y sobre todo en política.

¡Señores, la Hostelería se muere! Se muere de inanición, con el temor de que lo que nos queda por pasar en estos tres o cuatro meses tan complicados que tenemos por delante. Las ayudas que se piden y que puedan llegar a partir de hoy van a servir para la supervivencia de familias, que están en una situación dramática por culpa de la pandemia, agravada con las decisiones políticas.

Este embarazo está siendo ya más largo de lo esperado y al final se prevé que sea malogrado. No hay bolsillo de empresario que aguante como está aguantando ni familia que soporte lo que está soportando.

Desde la Hostelería se están emprendiendo medidas legales, para pedir nuestros derechos y las indemnizaciones que entendemos que se nos tendrían que dar para compensar si así fuere la labor social que se hace por el cierre de nuestros negocios.

Esperemos que este 2020 quede como un mal recuerdo, y podamos salir todo el sector más fuerte, para poder pedir responsabilidades a todos aquellos que nos han despreciado y que se olvidan que hemos sido quien sacó a España de la crisis del 2007 y que la deuda que se tenía con nosotros no ha hecho más que aumentar. Cuando se les llene la boca con halagos a nuestro sector estaremos nosotros para recordarles lo que hicieron por él, abandonarlo y dejarlo caer, por su bien común.

Compañeros en estos momentos duros hay que reinventarnos, luchar codo con codo (ahí el papel de las asociaciones), que eso nos hace más fuertes, y no tener miedo de decir y sacar los colores a quien ataque nuestro sector, nuestro trabajo y nuestras ilusiones.

Espero que el recuerdo del año 2020 pase pronto y sobre todo esta crisis, para poder celebrarlo de una vez como nosotros sabemos, con unas cañitas en un bar o una reunión alrededor de una mesa y con unas copas en un pista de baile.

¡Feliz Año Nuevo!