Latorre agradece a las fuerzas de seguridad del Estado su “compromiso social, esfuerzo y eficacia” para ayudar a la población afectada en la provincia por los efectos de la borrasca Filomena.
El subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, ha conocido en el transcurso de la reunión semanal que mantiene con los responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, el resumen de las actuaciones que los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han llevado a cabo durante la semana de nieve, hielo y frío derivados de los efectos de la borrasca Filomena.
Además de las actuaciones ordinarias para prevenir y, en su caso, perseguir la comisión de infracciones penales, destaca el importante número de actuaciones humanitarias que han debido llevarse a cabo para proteger y salvaguardar la integridad de los ciudadanos que se habían visto sorprendidos por los efectos de la borrasca.
Latorre ha pedido tanto al comisario jefe provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Honorio Pérez Pablos, como al teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, Andrés Velarde, que trasladen a los agentes su agradecimiento porque “como siempre han hecho, no han escatimado tiempo ni esfuerzo para ayudar a la población con un encomiable espíritu de colaboración, empatía, eficacia y mucho trabajo”.
“Las personas que velan por la seguridad de la ciudadanía ante fenómenos meteorológicos extremos”, ha dicho el subdelegado, “han demostrado una vez más su valía profesional y su compromiso social a la hora de afrontar el reto de hacer frente a una situación histórica, puesto que pocas veces una borrasca había provocado nevadas durante tanto tiempo continuado y en todo el territorio provincial a la vez. Además, la ola de frío posterior convirtió la nieve en hielo con el consiguiente peligro añadido”.
Miguel Latorre ha hecho extensivo este agradecimiento al personal de las empresas contratadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para el mantenimiento de las carreteras, de la propia Unidad de Carreteras, de la Jefatura Provincial de Tráfico, de Protección Civil y Aemet y de la Subdelegación del Gobierno.
AUXILIOS DE POLICÍA Y GUARDIA CIVIL
En cuanto a la Policía Nacional, en la capital se ha tenido durante esta semana especial atención en las inmediaciones de los colegios y de la estación de autobuses por si pudieran surgir problemas ocasionados por el hielo. Los agentes han realizado tres auxilios humanitarios. En la ciudad, este tipo de actuaciones que no tienen que ver directamente con la delincuencia y la perturbación de la seguridad ciudadana que ocasiona, es objeto preferente de la actuación de otros fuerzas como la Policía Local o los bomberos.
La Guardia Civil, en el resto de la provincia, auxilió a 1.238 personas en 62 actuaciones diferentes provocadas por la nieve o el hielo. Esto, sin contar los 1.056 vehículos de tercera categoría (sobre todo, camiones) que hubo que embolsar los días 8, 9 y 10 para evitar que pudieran quedarse atrapados en la carretera. Hubo 169 servicios de estas características.
Los 300 agentes que estuvieron actuando en la carretera y en los pueblos de la provincia tuvieron que auxiliar a personas de avanzada edad en numerosas localidades. En algunos casos, fueron requeridos por vecinos que necesitaban medicinas. La Guardia Civil se encargó de que las recibieran. También hubo algún aviso de personas que requerían atención médica, como el de una madre cuyo hijo había enfermado en Santa María de las Hoyas. Se les acompañó hasta el hospital de Santa Bárbara.
Igualmente fueron auxiliados los ocupantes de un autobús, en el que también viajaban menores, en la zona de Arcos de Jalón. Fueron conducidos a una estación de servicio donde se les procuró los servicios esenciales. Se prestó ayuda a los ocupantes de numerosos turismos que no pudieron continuar la marcha o que habían sufrido accidentes leves.
Fue el caso de un matrimonio que tuvo un accidente de tráfico leve pero que les impidió continuar la marcha. El Puesto de Soria hizo las gestiones para que pudieran reunirse con su hija de dos años que se encontraba con unos familiares en Quintana Redonda.