Illa recula y pese a la petición mayoritaria rechaza dar la posibilidad de adelantar el toque de queda. Castilla y León tiene 10 días para presentar sus argumentos ante el Supremo que será quien decida finalmente. Hasta entonces, la norma queda como está.
El consejo interterritorial de salud celebrado esta tarde ha acabado sin acuerdo. O, mejor dicho, con la negativa del Gobierno de España a adelantar el toque de queda tal y como le pedían varias comunidades autónomas. En su primera intervención en el mismo, el ministro Salvador Illa, ha reiterado que las medidas disponibles son suficientes y que, por lo tanto, el ejecutivo no va modificar el decreto del Estado de Alarma. El toque de queda, se queda a las 10 de la noche como pronto.
“Los instrumentos actuales han servido ya para doblegar una curva” recuerda Salvador Illa que apuesta por medidas “quirúrgicas” para reducir la movilidad. Además, considera que el adelanto del toque de queda puede “concentrar la actividad” en algunas franjas horarias, sobre todo en las grandes ciudades. Illa ha vuelto a reiterar su “convencimiento” de que “con estas medidas vamos a doblegar esta ola” y niega que ni las elecciones catalanas ni la debilidad parlamentaria del PSOE influyan en la toma de decisiones..
La medida ha sido solicitada por la mayoría de comunidades autónomas, como Castilla y León o la Comunidad Valenciana, y las que no la han solicitado tampoco se han opuesto. Pese a todo el Gobierno no ha cedido. Hay que recordar que haría falta un nuevo real decreto que tendría que pasar por el Congreso para aplicar este cambio. También hay que señalar que hace unos días el ministro Salvador Illa dejaba la puerta abierta a este adelanto y que ahora se niega en rotundo
¿Qué pasa en Castilla y León?
La decisión de dar la posibilidad de adelantar el toque de queda a las 8 de la tarde se daba por hecha y, por lo tanto, este negativo cambia la situación establecida. Por ejemplo, desde el sábado Castilla y León tiene el toque de queda a las 8 de la tarde. Una decisión que fue recurrida por el Gobierno ante el Tribunal Supremo, pero que tal y como ha quedado aclarado continúa en vigor hasta que se manifieste el máximo tribunal.
El Supremo ha dado 10 días a la Junta de Castilla y León para argumentar la decisión tomada por la autoridad delegada, el presidente de Castilla y León. Hasta que eso ocurra la medida permanecerá en vigor. Luego será el Supremo quien deba decir si la interpretación laxa y “al límite”, como reconocía el propio Francisco Igea, realizada por la Junta entra dentro de la ley.
Cabe recordar que la Junta argumenta que pese a que el decreto del estado de alarma sitúa el toque de queda entre las 23:00 horas y las 6:00, con una hora de margen a decisión de cada comunidad autónoma, la Junta interpreta que en otro punto da la posibilidad de restringir la “movilidad nocturna”. Interpreta la Junta, apoyada por sus servicios jurídicos, que a partir de las 8 de la tarde ya se ha puesto el sol y es de noche y, por tanto, está habilitada para prohibir estas fuera de casa en esos horarios sin una razón de fuerza mayor.