San Valentín: Los 5 capítulos de Los Simpsons más románticos (o no)

El día de los enamorados está a la vuelta de la esquina y con las actuales restricciones uno de los mejores planes es sentarse delante de la pantalla con tu pareja y disfrutar de alguna película o serie romántica. Aunque series como Modern Love demuestran que el contenido romántico no tiene por qué ser ‘ñoño’, muchos todavía recelan de este tipo de producciones audiovisuales. Para todos ellos Soria Noticias trae una recomendación difícil de evitar y que, a buen seguro, pone de acuerdo a más de una pareja: los capítulos más románticos de Los Simpson para ver en pareja.

Eres muy chu chu chu chuli (y tiene un dibujo de un tren)

‘Yo amo a Lisa’, el episodio 15 de la temporada 4, es uno de los más míticos de la serie. Lisa, en un ataca de bondad acabo convirtiéndose en la admiradora de Ralph Wiggum. La historia de cómo la pequeña saxofonista le rompe el corazón en directo y para todo Springfield la conocemos todos, pero el capítulo nos deja momentos memorables. ¿El mejor? Homer repasando todas las excusas para decirle a alguien que no, “no quiero materte pero lo haré” podría ser la mejor de no ser por las 6 palabras mágicas “no soy gay, pero lo intentaré”.

Las comparaciones son odiosas

Cuando Manjula descubre que en Estados Unidos hay fines de semana y que su marido prefiere estar trabajando que con ella pone a Apu de patitas en la calle. “El badulaque es un amante exigente”, argumenta él. Para recuperarla el lanzado Apu hará todo lo posible y lo imposible y eso dejará en mal lugar al resto de hombres de Springfield. Aunque la cosa comienza con un simple poema en el periódico acaba locamente con un Apu gigante de chocolate, Elton John en una jaula y un confuso mensaje en el cielo de la ciudad. En el episodio 14 de la temporada 10 Apu es el ‘Apoyo a Cupido’. Y otra frase de Homer para el recuerdo, a Marge mientras ella hace papeles y él ve la televisión: “Todos los matrimonios se están viniendo abajo menos el nuestro. Y el problema es la comunicación, demasiada comunicación”.

Amor para solterones

Yendo a los inicios de la serie la temporada 2 nos ofrece en su capítulo 14, ‘Director encantador’, a las dos grandes solteronas de la serie, Patty y Selma, como protagonistas. Aunque luego las hemos visto por diferentes, controvertidas y siempre esporádicas situaciones sentimentales, en este episodio Homer y Marge tratan de buscar una pareja a Selma. ¿Cuál de las dos es Selma? Se preguntará el lector como hacer Homer. “A la que le gustan las películas de Rambo y los angelotes de cerámica”, explica Marge. La tarea recae sobre Homer que protesta “porque iba a tener ella un marido mejor que tú”, le dice su mujer en un despiadado ejercicio de autocrítica y sinceridad. Lo mejor que puede encontrar Homer es a Seymour Skinner aunque hay un pequeño problema… El pequeño director se enamora del ‘monstruo’ que no es.

Las canas y el amor

El episodio 13 de la temporada 22 bajo el titulo `El azul y el gris’ trascurre en el día de San Valentín en un Springfield donde el amor florece por todas las esquinas. Todos, menos el pobre Moe que, para variar, está solo y se apunta a un curso para “aprender a ligar señoritas de compañía gratis”. Mientras Homer se convierte en el mejor compañero de caza para los chicos del bar, Marge y los niños intentan aceptar su realidad corporal. El capitulo no esta mal, aunque carece de la chispa que si tenía la serie en sus comienzos, pero de eso ya hablaremos en otra ocasión.

El inicio de todo

El capítulo 12 de la temporada 2 nos enseña los orígenes de la relación entre Homer y Marge. La ruptura de la televisión da paso a uno de los capítulos más entrañables de esos Simpson de los que nos enamoraron a todos. Que ese joven melenudo y despreocupado lograse conquistar el corazón de una delicada, comprometida y estudiosa Marge nos da esperanzas a todos. Él se enamora a primera vista de la chica de pelo azulado y aunque en unas clases de francés salta la chispa la primera mentira de Homer manda todo al traste. Marge finalmente va al baile de fin de curso con Artie aunque su cara no es de especial ilusión. Y allí, sentados en una escalera, Homer improvisa una declaración romántica que haría temblar a los corazones más duros: “Sé que estamos hechos el uno para el otro. Normalmente cuando se me ocurre una cosa se me ocurren otras a la vez, algo que me dice sí, algo que me dice no y ahora todo me dice sí. ¿Cómo es posible que de lo único que he estado seguro en mi vida esté equivocado?”. Esas palabras y las manos largas del futuro multimillonario vuelve a unir a nuestra pareja amarilla preferida.