Montserrat García Jiménez, lectora de Soria Noticias, nos remita esta carta al director en respuesta a esta carta de Asaja.
Un día más, como viene siendo últimamente recurrente, alguien critica a los que nos hemos posicionado en contra de la vaquería de Noviercas. Como es habitual, a mi juicio, las críticas carecen de una argumentación mínimamente seria. Lo iré desgranando.
Usted se queja de los WhatsApp que recibe, supongo que porque no van en la línea de lo que usted defiende. Eso se llama libertad de expresión.
Nos habla de los puestos de trabajo (los que dice la empresa que va a crear, claro). Todos sabemos que del dicho al hecho hay un buen trecho. Además ¿todo vale en nombre de los puestos de trabajo? Yo diría que no, y añadiría que otro tipo de desarrollo es posible. Presenta esta macrogranja como parte de la solución para la provincia. Lo dudo, pienso que tenemos que plantearnos en serio qué queremos para Soria, y trabajar en ese sentido. Si somos Europa, actuemos como Europa.
No obstante, para los fervientes defensores de este proyecto, que les parece tan magnífico, les propongo que les cedan terreno allá donde vivan para hacerla cerca de sus casas. ¿les apetece?
Habla también de las vacas que había antes en la provincia y las que hay ahora. Efectivamente, en la provincia caben muchas vacas, pero no todas juntas. La cuestión es la concentración, no la media provincial. Esto va por usted, y por todos los que comparan la cabaña ganadera de otras provincias con la nuestra.
Nos dice que en todos estos años nadie se ha quejado de que se hayan cerrado explotaciones, puede ser, aunque me temo que es trabajo de las organizaciones agraria luchar para que la rentabilidad de las explotaciones familiares resulte atractiva para que se instalen ganaderos en nuestros pueblos, nunca apoyar este proyecto con gran alharaca y fotos junto a los próceres de la provincia. Estos proyectos, no vienen de una humilde cooperativa, son grandes grupos de inversión que solo buscan hacerse con nuestras tierras, para especular y recibir fondos de la administración, o sea de todos nosotros, ya que es la forma que tienen de obtener rentabilidad.
Habla de los que piamos y criticamos esta megavaquería como si fuéramos seres despreciables y malignos que solo nos gusta fastidiar. Como habitante de Noviercas (de todos los días, no solo del verano), le diré, que a lo largo de los cinco años que llevamos sufriendo este calvario, le hemos dado muchas vueltas a todo, hemos buscado información, hemos hablado con ganaderos de vacuno, con gente de las organizaciones agrarias, con expertos de todo tipo, y seguimos pensando que esto es algo bestial e incontrolable, y que no lo queremos para nuestro pueblo, ni para ningún otro sitio. Puestos a elegir, preferimos morir de viejos, que morir de asco.
Usted da a entender que solo están en contra la gente que viene a pasar el verano al pueblo, y que ellos no tienen derecho a criticar. No sé de donde se saca eso. En nuestro caso, la mayoría de la población activa que vive en Noviercas, está en contra de esto.
Usted repite mantras que se han ido diciendo a lo largo de los 5 años que llevamos con este tema. Uno de ellos es que los de fuera no pueden opinar ni decirnos lo que tenemos que hacer. Y yo, desde dentro de Noviercas, le digo, que el hecho de poner la vaquería aquí, se ha decidido desde fuera. Y a los que si vivimos no solo no nos han preguntado, sino que a los que nos hemos atrevido a decir lo que pensamos, nos han acosado, nos han amenazado y nos han calumniado atribuyéndonos oscuras intenciones.
Habla de los ataques que vienen desde fuera, deslegitimando su opinión. Pero resulta que si esta fábrica de leche (como la llamaban los propios promotores) se instala aquí, va a repercutir en muchos ganaderos del norte de España. Tendrán derecho a quejarse, digo yo. Y puestos a hablar de los de fuera y los de dentro, como a usted le gusta, por esa regla de tres ¿con que derecho usted y otras gentes que no son de Noviercas opinan de algo que concierne a Noviercas? Entiendo que todo el mundo tiene derecho a opinar, vivimos en un mundo globalizado en el que lo que ocurre en un sitio nos puede afectar a todos.
Insinúa que los que no quieren que se instale, es por su beneficio propio. Y si, ahí le voy a dar la razón, porque para los que estamos en contra de esto, nos resulta beneficioso, puesto que las aguas que no usen quedarán ahí para futuras inversiones más sostenibles y con dimensiones asumibles ambiental y socialmente. También es beneficioso para nosotros, porque las aguas subterráneas de la zona no terminarán contaminadas por nitratos, lo que las haría inservibles como agua de boca. Así mismo es beneficioso para nosotros porque este tipo de empresas, son depredadores, que necesitan cada vez más y más terreno, con lo cual cada vez habría menos agricultores…Y los de Noviercas no pintaríamos nada en nuestro pueblo. ¿sigo?
Para terminar, y esto no va para usted, el otro día en la radio escuché en una tertulia a alguien que defendía nuestra postura, y los que la rebatían, utilizaron argumentos tan sesudos como este: Si no queréis la vaquería, que queréis ¿que tengamos cada uno nuestros cuatro cerdos y nuestras dos vacas en casa? Y yo les digo ¿en serio eso es un argumento? Si eso es lo mejor que tienen que decir, mejor que hablen del tiempo.
Por cierto, por si no hubiera quedado claro, vivo en Noviercas junto con mi familia. ¿Usted donde vive?