Volver Noticias de Soria - SoriaNoticias.com
Óbito de la Señora Vda. de D.Miguel Moreno y Moreno

Óbito de la Señora Vda. de D.Miguel Moreno y Moreno

Actualizado 26/02/2021 08:27

Miguel A. Fuente Calleja, Cronista de Noreña, nos envía este emotivo texto escrito allá por 2015.

Tiene ud. que disculparme querida señora, pero acercándonos a Burgo de Osma, cuando apenas se ve la torre catedralicia, desde lo lejos, me entra una emoción imposible de ocultar. Se me trastornan las ideas y los pensamientos que llevaba acumulados desde semanas antes. Son muchos años ya visitando esa tierra, son muchos amigos los que llevamos en el morral de las buenas gentes y entre ellas está usted querida doña Maruja.

Estaba frio como siempre que vamos al Burgo, y debe de ser porque coincide que lo visitamos cuando febrerillo el loco va dejando el cierzo volar a sus anchas por la ancha Castilla, pero sepa que voy encantado por reencontrarme con los de casa.

Aquella mañana, en la Plaza Mayor, sonaron la dulzaina y el tamboril y los gaiteros me dedicaron el himno de mi tierra que suena mucho más agradable cuando más lejos estoy de la patria querida. Y emocionado aún cuando escuchaba al actual mantenedor de la fiesta matancera, de modo espiritual, sabía que estaba allí Don Miguel Moreno, su difunto esposo que había sido fundador y mantenedor del evento, el Tío Miguel como le decían los vástagos de Manuel y Remedios, los Martínez Soto, y usted doña Maruja frente al Cronista Apuleyo, repasando su presencia en tantas y tantas jornadas matanceras y los rostros de tantos amigos que os abrazamos con sentimiento en todas las ocasiones en aquel comedor de los Diezmos, donde matábamos el hambre, el frió y hasta la nostalgia de la tierra, que ya sabes que los asturianos en cuanto estamos dos días fuera de casa, echamos en falta la fabada, el verde y el terruño.

Y en cuanto nos vimos de cerca, entrañable Maruja, me reconoció y por eso pedía disculpas al comienzo, porque debía ser yo quien la reconociese primero, sentí la emoción de nuestro primer encuentro en la tierra soriana, saltó su lágrima del recuerdo y la lágrima de la ausencia, y su mano sujetando con nervio la mía, repito, me emocioné y balbuceando le comenté lo mucho que aprendí de Don Miguel cuando hablábamos de su magisterio, de los tiempos de Covaleda, o de los vecinos del Collado. Y nos despedimos. Y me ofreció, me invitó a visitar su casa en la calle que tantas veces oí nombrar, y algún día lo haré, claro que lo haré, y volveremos a recordar con unos tragos de sidra como testigos, aquellos años mozos en la matanza.

Descanse en Paz doña Maruja

Escrito en Noreña en 2015

Únete al universo Soria Noticias Descárgate nuestra APP, entra en nuestro canal de WhatsApp o síguenos en redes.