Igea descarta que Ciudadanos traicione al PP en Castilla y León , pero los socialistas buscan 4 procuradores díscolos para cambiar a Mañueco por Tudanca. Saturnino de Gregorio (Ciudadanos) sostiene a Serrano (PP) en la Diputación de Soria y recuerda todos los ataques socialistas a su persona. Pero la ruptura de Ciudadanos con el PP en Murcia y del PP con Ciudadanos en Madrid podría hacer saltar por los aires el tablero político.
La posibilidad de una moción de censura en Castilla y León contra el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco ha pasado, en apenas unas semanas, de ser una quimera a una opción real. (En torno a las 15:00 el PSOE hacía oficial la moción de censura en Castilla y León). En 2019, cuando se celebraron las últimas autonómicas en la región, los socialistas ganaron en votos y en escaños, pero un pacto PP-Ciudadanos mantuvo la comunidad en manos de los conservadores. Desde entonces los socialistas han clamado contra la legitimidad de ese Gobierno de coalición en la Junta, de igual manera que lo han hecho por una situación similar en la Diputación de Soria.
Aquel verano de 2019 fue especialmente intenso en la escena política de Castilla y León. Francisco Igea, líder de Ciudadanos, quería hacer cumplir su promesa de cambio de la campaña electoral y convertir en presidente a Tudanca (PSOE), pero desde su partido se alcanzó un pacto de amplio espectro que incluía a regiones como Castilla y León, Murcia y Madrid y varios ayuntamientos de toda España, incluidos algunos para el partido naranja. Igea tragó, el mismo ha reconocido que el PP no era su primera opción, y se convirtió en vicepresidente y portavoz del gobierno autonómico. Fruto de ese pacto también Saturnino de Gregorio dio la presidencia de la Diputación al PP y a la PPSO para cabreo monumental de los socialistas sorianos.
Desde entonces han cambiado muchas cosas. La principal, una pandemia que ha convertido a Igea y Casado, ambos de Ciudadanos, en la cara de la gestión autonómica de la crisis sanitaria. Por el medio, críticas furibundas de los socialistas tanto a Igea a nivel autonómico como a Saturnino de Gregorio a nivel provincial. Críticas han ido acercando a ambos a sus compañeros de Gobierno y consolidando unos acuerdos de legislatura que, a cada crítica y ataque personal, parecían más fuertes.
“Doy gracias a Dios todos los días por haber pactado con el PP (y no con el PSOE)”, llegó a decir hace poco en la rueda de prensa del Consejo de Gobierno el vicepresidente Igea. En el palacio provincial la sintonía entre De Gregorio y los populares es alta y el diputado y concejal de la capital no olvida los ataques y amenazas, algunos de ellos de carácter personal, que ha sufrido durante todos estos años.
Pero todo este panorama vive hoy un seísmo después de la ruptura entre PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid y en Murcia. Todo ha comenzado con el anuncio de un pacto entre los naranjas y el PSOE para echar al PP del ayuntamiento de la capital y del Gobierno autonómico de Murcia. La presidenta de la comunidad de Madrid no ha dado margen a que le suceda algo similar y ha decido convocar elecciones anticipadas, dando por roto su pacto con Ignacio Aguado.
Castilla y León se mantiene expectante en una jornada de convulsión política a nivel nacional que podría tener consecuencias inesperadas en la región. Para lograr un cambio de Gobierno en una moción en la que ya trabajan los socialistas, el PSOE debería sumar a su postura a 4 de los 12 procuradores de Ciudadanos. Una situación que podría llevar incluso a la ruptura del grupo si Igea apuesta por continuar con el PP, pero hay procuradores díscolos en su grupo que podrían pactar con los socialistas.