Carlos Rodríguez: "Con las torrijas pretendemos trasladar a los paladares de los clientes a todo tipo de sabores"

En estos días otro de los productos que no pueden faltar en la sobremesa de las casas sorianas son las torrijas. Eso lo saben muy bien los pasteleros y reposteros de Soria. Carlos Rodríguez, portavoz de la Asociación Soriana de Empresarios de Confitería, Pastelería, Bollería y Repostería (ASEC) señala que el objetivo es trasladar a los a los paladares de sus clientes a todo tipo de sabores. Desde la tradicional torrija que toda “buena abuela” hace en estos días para el postre, hasta las especialidades de trufa, chocolate, nata, cremas o con fresas que solo se pueden degustar en este negocio.

En su pastelería Dulces Duero, apuestan por unas torrijas con una presentación muy vistosa, marcadas por la decoración. Además, utilizan un pan creado por ellos mismos, junto con mantequilla, huevo y harina para elaborar estas delicatesen. Aunque la principal diferencia con respecto al resto de torrijas está en el proceso de empaparlas.

Carlos Rodríguez, hace hincapié en la importancia de realizar todo el proceso bien, paso a paso, para obtener “la máxima calidad posible”. En primer lugar, se elabora el pan a una determinada temperatura, paso muy importante, ya que en función de ella el proceso de empapar puede salir mal.

En cuanto la leche está hervida otro de los toques que marcan la diferencia es la peladura de limón que añaden antes de meterlas al horno a una temperatura de 41 a 43 grados. Posteriormente se rebozan y directas a la sartén. En ese punto es imprescindible no dejar las torrijas muy hechas. Rodríguez resume la importancia de hacer las cosas bien: “Es un proceso normal pero que hay que hacerlo con exactitud. Por ejemplo, no dejamos las torrijas bañadas en leche de un día para otro. Los resultados son que no podrás comer una torrija igual”.

Además de las torrijas, otros productos típicos de Semana Santa en Soria son los buñuelos rellenos, los cuales se realizan durante años y se venden fenomenal.

Productividad de las torrijas

El trabajo de realizar este proceso tiene su recompensa a la hora de venderlas. Normalmente los clientes compran numerosas torrijas, lo que hace que este producto sea rentable, ya que tienen una elaboración cara en precio y tiempo. Rodríguez afirma que “son rentables” porque durante estos días la gente “compra muchas”.

Semana Santa especial

En este año de pandemia, las compras no solo no han bajado, sino que incluso han aumentado. El portavoz de ASEC, explica esta situación: “La gente encarga muchas cosas para casa, ya que con el cierre de los restaurantes no podían comer en sitios de hostelería y se llevaban los postres para comerlos en casa”.

Sin duda, Semana Santa tiene mucho peso en el sector. En estas fechas muchas confiterías y pastelerías de la capital y provincia pueden alcanzar el 20% de las ventas de todo el año. Carlos Rodríguez espera que no “afecten” las restricciones”, aunque por ahora la situación “está parada”. Un parón antes del comienzo de los días festivos. Días que este año serán diferentes pero en los que no faltarán la limonada ni las torrijas.