Artículo de Eder García, soriano comprometido y concejal del Ayuntamiento de Soria.
Parece que empezamos a darnos cuenta en este país de que nuestro sistema político tiene en el parlamentarismo su esencia. La paulatina reducción del peso de lPartido Popular y del Partido Socialista Obrero Español en favor de otras formaciones políticas –incluidas las regionalistas- hace que nuestros parlamentos recuperen su vida más allá de lo estrictamente legislativo o de control y, con ello, la atención de un número amplio de espectadores.
En el caso de nuestra Comunidad, las elecciones autonómicas arrojaron un claro ganador en votos y escaños: el PSOE. El anhelo de cambio y regeneración que tenemos las gentes de esta tierra, tras más de 30 años de gobiernos mayoritarios del PP, le sirvió a Ciudadanos para obtener un número importante de escaños que tendrían que haber empleado, como ellos mismos nos prometieron en campaña, para traer por fin el cambio a Castilla y León.
Los juegos de despacho en Madrid y la afinidad de las derechas llevaron finalmente a Mañueco e Igea a formar gobierno, traicionando la palabra dada y anulando toda posibilidad de cambio y limpieza institucional en la Junta.
Después de una gestión nefasta de la crisis sanitaria y sus derivadas por parte del ejecutivo autonómico, la pareja tiene en contra a todos los colectivos de esta comunidad, desde los sanitarios hasta la hostelería, además de a una parte muy importante de la ciudadanía de Castilla y león.
Con la moción de censura presentada por Luis Tudanca y el PSOE se abría una nueva oportunidad de corregir el rumbo de Castilla y León que no ha sido aprovechada por Ciudadanos para enmendar su traición a sus votantes, pero tampoco por los partidos regionalistas de Ávila y León. Creo que, como mínimo, debemos exigirles respuestas hoy y responsabilidades en las urnas.