Un año de la jornada más negra de la historia reciente de Soria

Eran los momentos más duros de la pandemia. Sobrepuestos ya de la obligación del confinamiento domiciliario, algo impensable apenas un mes antes, la sociedad comenzaba a hacerse a la idea de que aquello del Coronavirus era algo más que un mal sueño y que la cosa iba para largo.

Llevábamos ya 3 semanas en casa y el Gobierno acababa de decretar el cierre de toda actividad no esencial. Ya no se podía salir ni para trabajar y aun así los casos no hacían más que aumentar, las urgencias estaban colapsadas y la falta de información angustiaba al más pintado. Ya no digamos a aquel que tenía a sus padres o abuelos en una residencia o a quien empezaba a notar los primeros síntomas del Covid en su propio cuerpo.

En ese contexto la provincia de Soria vivió su jornada más negra de la historia reciente. Una jornada solo comparable con las grandes tragedias que ha vivido la provincia en la época democrática como el accidente del autobús de una excursión de estudiantes catalanes en el que murieron 24 jóvenes o la colisión de dos trenes en Torralba con 17 muertos.

Esa jornada fue la del 5 de abril de 2020, domingo. Ese día el Hospital de Soria reporto 9 muertos por Covid-19, la cifra más alta de toda la pandemia. Ese día ingresaron 13 nuevos pacientes de Coronavirus en el hospital, 12 de ellos en planta y 1 más en la UCI. En total había 137 personas en planta ingresadas por Covid, además de otra veintena en cuidados intensivos.

Pero, aunque en muchas ocasiones parece que se nos olvida, no solo murió gente en el Hospital. Es más, durante el primer mes de la pandemia murió mucha más gente fuera de complejos hospitalarios que en ellos. Los primeros datos oficiales sobre esto por parte de la Junta de Castilla y León no llegaron hasta el 17 abril y fueron a nivel autonómico, nunca provincializados. Durante ese primer mes de la pandemia solo el 25% de los fallecidos que se achacan a la Covid lo hicieron en el hospital, 1 de cada 3 falleció en su residencia. Además, más de la mitad lo hicieron sin un test que confirmase que eran pacientes Covid.