Alrededor de 50 personas se beneficiarán frente a las 30.000 que abandonan cada año Castilla y León. Las ayudas solo contemplan el extranjero a pesar de que en los últimos tres años casi el 70% de la emigración ha sido a otras comunidades autónomas.
El colectivo Jóvenes de Castilla y León considera insuficiente el plan de retorno de jóvenes Pasaporte de Vuelta presentado por la Junta de Castilla y León porque el número de posibles beneficiarios es irrisorio en comparación con los datos de emigrados y porque solo contempla a los que están en el extranjero, cuando el mayor flujo es hacia otras comunidades de España.
Hoy se celebra el segundo aniversario de la revuelta de la España Vaciada, un hito que despertó la conciencia colectiva de la que meses más tarde nacería Jóvenes de Castilla y León. Este año, de nuevo, el colectivo reivindica la urgencia de frenar la migración juvenil por la falta de oportunidades.
Aunque Jóvenes de Castilla y León, desde su compromiso con la lucha contra la despoblación, valora como positivas las ayudas del plan, también las considera fugaces. Sin el respaldo de una matriz de iniciativas centradas en el empleo, el retorno está condenado a ser pasajero, resultado que no se corresponde con nuestro compromiso de construir un futuro sólido y a largo plazo en Castilla y León.
Tan solo en 2019 se fueron más de 30.000 personas de la comunidad según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que ese año solo regresaron 2.496.
A juicio del colectivo, las ayudas directas planteadas por la Junta en su plan de Pasaporte de vuelta presentan tres grandes problemas:
·Se deja de lado la emigración a otras comunidades autónomas al dirigirse exclusivamente a los emigrantes que viven en el extranjero, a pesar de que casi el 70% de los jóvenes que han dejado Castilla y León en los últimos tres años residen en otros lugares de España. En ese periodo, 62.394 se han mudado a otras autonomías, frente a los 27.577 que se han marchado fuera del país.
·Las ayudas directas son un parche a corto plazo pues no resuelven problemas estructurales ni tienen impacto en el desarrollo del tejido económico, eje fundamental para revertir la despoblación y obviado en este plan de medidas, condenadas a diluirse sin dejar efecto real.
·Estas ayudas no llegan a cubrir el 0,2% de los casos de emigración. Su partida presupuestaria, de 211.000 euros, es insuficiente, pues la horquilla a percibir por cada emigrante retornado va desde los 2.500 euros a los 5.500 euros. Esto implica que tan solo podrán beneficiarse de 50 a 60 personas frente a las casi 30.000 que cada año abandonan Castilla y León.
Jóvenes de Castilla y León ha reivindicado a través de sus iniciativas “Retos de Futuro ante la Covid-19” y “Propuestas al anteproyecto de la Ley de Dinamización Demográfica de la Junta de Castilla y León” la necesidad de un Plan Inclusivo de Retorno con objetivos específicos para personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social que no se limiten al retorno del talento. Debe tenerse en cuenta a la población flotante. Su objetivo es lograr un reequilibrio territorial que permita regresar a Castilla y León a las personas emigradas con un #PasaporteDeIda sin vuelta.
“Tuve que irme a los 18 años de mi pueblo y, tras media vida luchando por volver, solo he podido regresar temporalmente por la pandemia. Mi única solución es el teletrabajo” Rosalía, de Soria, residente en Madrid.
Javier, de Ávila, solo pide una cosa para volver: “una oportunidad laboral relacionada con mi formación y con condiciones dignas”. Como no las encontró, también tuvo que irse a Madrid.
Rodrigo se fue de Salamanca porque allí “el Ministerio no ofertaba contratos para hacer el doctorado”, por lo que también acabó en Madrid. “Al igual que toda mi gente”, relata.
Silvia, de Segovia, estudia telecomunicaciones en Madrid, de donde no cree que pueda irse porque en Castilla y León el futuro está “negro” en su sector.
Andrea, de León, pide que se den ayudas a jóvenes investigadores en las universidades de Castilla y León para comenzar nuevas líneas de investigación.
Jóvenes de Castilla y León es una agrupación de más de ciento cincuenta miembros repartidos por toda España, Francia, Bélgica, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Portugal, El Salvador, Argentina y Estados Unidos, que nació en octubre de 2019 con el objetivo de dar visibilidad a la despoblación, emigración juvenil, envejecimiento y falta de oportunidades laborales en su comunidad.