El sector de Educación de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) valora que la Junta, “haya reconocido, por fin, que sus empleados son los peor pagados de España”, pero considera inadmisible el preacuerdo al que supuestamente se ha llegado fuera de cualquier proceso negociador.
CSIF considera “vergonzoso y una burla” el anuncio del supuesto acuerdo del pasado 19 de marzo entre la Consejería de Sanidad y el sindicato SATSE -cuya representatividad es compartida con FESES (Federación de Sindicatos de Sanidad y de Educación), porque se ha realizado al margen del resto de organizaciones sindicales y, sobre todo, porque ha dejado de lado al conjunto de los trabajadores de la Junta; máxime, cuando hace apenas una semana se había aprobado una subida del 0,9% en la Mesa General de Empleados Públicos de Castilla y León.
En esta mesa, los representantes de la Administración habían negado que hubiera margen para cualquier subida salarial más allá del consabido 0,9%, fruto de un acuerdo nacional firmado por CSIF. La sorpresa ha sido que, a los pocos días, la Junta ha anunciado un acuerdo para aumentar un complemento a un sector de los empleados de enfermería, fuera de toda mesa de negociación, vulnerando además el derecho a la negociación colectiva.
El sector de Educación de CSIF considera que no es de recibo que la Junta deje al margen a otros colectivos, como el profesorado. Además, recuerda que lleva décadas luchando por la equiparación retributiva de los docentes castellanos y leoneses con los de otras comunidades, especialmente desde la aplicación de las transferencias educativas, que han ido distanciando las cantidades percibidas en concepto de haberes.
En 2018, CSIF entregó a la Consejería de Educación 3.600 firmas recogidas durante la campaña ‘A igual trabajo, igual salario’, que actualmente cuenta con más de 4.300 firmas. El sindicato insiste en que el profesorado de Castilla y León cobra trescientos o cuatrocientos euros mensuales menos que los de otras comunidades, y es su cometido “defender sus derechos y el reconocimiento que merecen, más cuando los propios responsables políticos siempre se vanaglorian de los resultados educativos de la Comunidad en los informes internacionales, gracias al sacrificio y el trabajo de los docentes”.
En estos tiempos de pandemia, el profesorado de Castilla y León es el colectivo que ha realizado un esfuerzo aún mayor por mantener la calidad educativa, “y es hora de que se reconozca ese esfuerzo y no se le deje al margen de las mejoras salariales. La Junta no puede provocar agravios comparativos y discriminaciones entre sus empleados, con supuestos acuerdos tan incomprensibles y arbitrarios como el que parece que ha alcanzado con una parte de enfermería”.