La Policía Nacional detenía al hombre minutos después de que las víctimas realizasen una llamada al 091 informando del incidente.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla y León han informado este martes que agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Miranda de Ebro procedieron el viernes a la detención de un varón de 54 años, natural de la localidad mirandesa, por amenazar de muerte a una médico y a una enfermera pertenecientes al Servicio de Atención Primaria del Centro de Salud Miranda Oeste.
El detenido estaba siendo atendido en consulta por las dos profesionales sanitarias cuando exigió que le prescribiesen una serie de medicamentos que no le correspondían, según los criterios médicos. Esta negativa provocó que el varón fuese incrementando su agresividad hacia las sanitarias hasta el punto de que comenzó a amenazarlas de muerte. Ante esta situación de violencia y, con el fin de evitar cualquier tipo de escalada agresiva por parte de esta persona, las profesionales del Centro de Salud comunicaron los hechos a la Policía Nacional a través de una llamada al 091.
La alerta provocó que instantes después una dotación uniformada de la Policía Nacional de Miranda de Ebro se personase en la instalación sanitaria y, tras comprobar los hechos relatados por las víctimas, procedieron a la detención y puesta a disposición judicial del varón por amenazas graves al personal sanitario. No era la primera vez que el detenido había causado altercados en el centro médico (agresiones al personal y daños en el material).
La Policía Nacional mantiene, con las autoridades sanitarias, un protocolo de actuación orientado a dar respuesta y protección inmediata a los profesionales antes las agresiones físicas y verbales que sufren en el ejercicio de su cometido profesional.
Además de la gestión inmediata de los casos de agresión a través de las unidades de Seguridad Ciudadana, la Comisaría Provincial cuenta con la figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario de la Comisaría Provincial de Burgos, que actúa como enlace entre los profesionales sanitarios y la Policía Nacional para establecer pautas de actuación ante cualquier agresión en este sector, manteniendo cauces directos de comunicación con los centros sanitarios y contactos periódicos con las organizaciones profesionales para dar una adecuada respuesta a sus preocupaciones.