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La increíble historia de Juan Carlos Iragorri que une Soria, Washington y Colombia

La increíble historia de Juan Carlos Iragorri que une Soria, Washington y Colombia

Actualizado 19/06/2021 13:45

Un colombiano que desde la provincia más despoblada de España analiza la crisis de Israel y Palestina para el Washington Post. La historia de Juan Carlos Iragorri es de las que llaman la atención y su personalidad de las que atrapan. Con hablamos de despoblación, racismo y medios de comuniación. Consulta mañana la segunda parte de esta entrevsita.

De Washington a La Cuenca, de los pasillos de la Casa Blanca a los paseos por la meseta castellana y de las arepas colombianas a las 4 de la mañana en Manhattan a cuidar las gallinas. Juan Carlos Iragorri lleva años enamorado de Soria, pero ha sido la pandemia la que le ha permitido afincarse en este pequeño pueblo soriano donde apenas viven ahora otras seis personas de manera continua. Periodista internacional premiado con galardones de inigualable prestigio, este colombiano une tres mundos --América Latina, Estados Unidos y Europa-- tan conectados como diferentes.

Desde la provincia dirige un espacio de actualidad en la radio colombiana RCN y produce y presenta el podcast en español de The Washington Post.

Cercano e interesante, Iragorri nació en Cali en 1961 aunque se crió en Bogotá. Estudió Derecho, pero aquello le aburría, y en la barra de un bar decidió hacerse periodista. Su trabajo de corresponsal le ha llevado a vivir a caballo entre Washington, Boston, Madrid y su Colombia natal. Ahora lleva un año haciéndolo todo desde La Cuenca.

P:¿Cómo acaba Juan Carlos Iragorri en Soria?

R: Cuando vine a España en el 95 lo hice solo para un año. Los fines de semana con mi mujer y mis hijos alquilábamos un coche y nos íbamos a conocer las ciudades cercanas a Madrid. Como nos quedamos más tiempo, comenzamos a hacer turismo rural, buscando hoteles con encanta y así es como conozco toda España.

Un día nos fuimos a La Rioja y nos enamoramos de una casa de piedra al lado de un rio en un pueblo precioso que se llama Ezcaray. Mi mujer y yo pensamos en invertir los ahorros en comprar aquella casa, aunque estaba un poco lejos de Madrid para ir todos los fines de semana y alguien nos dijo ¿ustedes por qué no van a Soria? Yo había estado en Soria y no me había llamado la atención.

Soria capital tiene 2 o 3 cosas bonitas, pero no es una ciudad particularmente bonita. El parque es inigualable, la calle Collado tiene su encanto y aunque ahora haya mejorado mucho... El palacio de los Condes de Gómara es un gran edificio en un mal sitio, la iglesia de Santo Domingo igual… Si eso estuviera en una plaza, sería un espectáculo.

Entonces vinimos a Brías, de allí nos mandaron a Calatañazor y desde allí nos mandaron a La Cuenca. Cuando yo entré a este pueblo pensé, parece la toscana italiana. Es un pueblo precioso, con todas las casas en piedra, muy bien conservadas y unos alrededores espectaculares. Vayas donde vayas es espectacular y tiene el encanto de estar a mitad de camino de Soria capital donde hay de todo y de El Burgo de Osma que es un pueblo precioso. Desde entonces a mi mujer le encanta y a mis hijos les fascina, no hay la menor posibilidad de que nos vayamos de aquí.

Antes viaba mucho más. Hasta 2019 viví en Whasintgon por casi 8 años. También en Boston y desde esos dos sitios viajaba mucho a Nueva York. También iba un par de veces al año a Colombia y a veces tenía que venir a España. Lo peor del asunto es que les tengo mucho miedo a los aviones. Con la pandemia, pude subirme a un vuelo humanitario en Bogotá en julio y me vine para acá y una de las cosas que me tiene feliz es que no tengo que subirme a un avión.

P: ¿Cómo es su día a día aquí?

R: Me despierto sobre las 11:30 y me pongo a ojear periódicos de todo el mundo… y también las cosas de Soria, que son las noticias que me tocan de cerca. A la 1 de la tarde me conecto con RCN Radio donde además de dirigir el programa de opinión de la noche formo parte de la mesa del programa de la mañana. A partir de las 5 o 6, medio día en Washington, trabajo sin parar en el podcast del Post. A la noche, hacemos en directo el programa Voces RCN. Si alguien entra a este pueblo a las 2 de la mañana y ve esta casa pensará que aquí vive un loco que está de un lado al otro hablando por teléfono.

P: ¿Tiene solución el problema de la despoblación?

R: Creo que tiene poca solución. Es una cosa que se puede paliar, pero nadie con hijos se va a venir a un pueblo como La Cuenca o Carrascosa de Arriba. Los niños no pueden vivir aquí. Tiene que ser personas muy enamoradas de esto.

Las soluciones son, uno, poner buen internet. Y eso no va a pasar. Entre la burocracia y la falta de dinero, poner internet en un pueblo de estos son 3 o 4 años. El momento de haber aprovechado era la pandemia, pero si tu no pones internet rápido la gente no se va a venir para acá. Mi despacho en Soria, para cuando aquí se va internet, lo pago yo y es un coste a mayores. Dos, una mejora mínima de las infraestructuras. Pero eso tampoco va a pasar. Yo apuesto con quien quiera 100€ a que en 20 años no está terminado el tramo de La Mallona a Soria capital. Yo no entiendo por qué no hay políticas mucho más vigorosas para que la gente venga. En Vermont, por ejemplo, a la gente la dan 10.000$ solo para que pueda contratar internet.

Dicho esto, creo que el 90% de lo que dicen los políticos sobre despoblación es mentira y solo están perdiendo el tiempo. Además, me parece que hay un porcentaje de la población que se pasa el tiempo protestando. En lugar de ponerse a tratar de solucionar problemas, solo protestan. Es la profesión nacional. Los que viven en la España Vacía tiene gran responsabilidad en la despoblación.

Porque cuando llega alguien de Jaén la frase es “tú no eres de pueblo”. Es una actitud casi xenófoba. Si no quieren morirse todos solos y no tener quien los entierre al final, la única solución es que llegue gente de otra parte, es lo que ha pasado en el mundo toda la vida. Si uno pretende que solo vengan sorianos, que solo comamos comida soriana y que solo haya costumbres sorianas están perdidos. Es algo que pasa en todos los pueblos del mundo y es necesario abrir la mentalidad.

Detalles

Su madre, ya muy mayor, es nieta de andaluces de Málaga, aunque él es del Athletic de Bilbao por su apellido. Su padre fue un prestigioso bacteriólogo.

Tras pasar por prestigiosas universidades como Oxford y Harvard, ha escrito 3 bestsellers sobre entrevista y logrado premios como el Emmy, el Rey de España, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar o el Planeta de Periodismo.

Iragorri dejo su Colombia natal para venir a Madrid como corresponsal, en principio por 1 año. Fueron 11. De allí se fue a trabajar a Estados Unidos donde ha vivido en Washington y Boston.

Una dedicatoria de García Márquez a La Cuenca ... y una placa en el Collado

Iragorri está, poco a poco, trayendo su espléndida biblioteca a Soria. Entre ellos, un ejemplar de ‘Cien años de soledad’ que su amigo, el Premio Nobel Gabriel García Márquez, dedicó a su pueblo. Pueblo donde, en caso de tormenta, falla el Internet por lo que debe alquilarse un despacho en Soria para imprevistos. Una curiosa e inigualable ‘sucursal’ del Washington Post en el Collado.

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Consulta mañana la segunda parte de esta entrevsita.

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