Casado pide esperar unas semanas para ver si el ligero aumento de la incidencia tras el fin del Estado de Alarma se traduce en mayor presión en los hospitales. Preocupa Aranda de Duero y Medina del Campo. Casado reitera que las diferencias de vacunación entre provincias se deben únicamente a las diferencias en la pirámide poblacional.
A pesar de un leve repunte en la incidencia, Castilla y León parece haber entrado en una fase de estabilización, valle en palabras de Veróica Casado. Una situación estable y relativamente positiva, aunque la consejera pide esperar aún unas semanas más para evaluar cómo cambia la presión en los hospitales que siempre un decalaje de varias semanas con respecto a la incidencia.
La incidencia en Castilla y León se sitúa actualmente en 128,6 casos por 100.000 habitantes a 14 días. Siendo Burgos con 190 la única provincia que está en riesgo alto, aunque “desciende rápidamente”, y estando en resto en riesgo medio. Preocupan la situación de municipios como Medina del Campo o Aranda de Duero que supera los 300 y en el otro lado se encuentran capitales como Zamora o Soria con poco más de 30. Hoy, la región ha registrado 251 casos nuevos y 2 fallecidos.
Aunque el análisis es positivo las palabras de la consejera son precavidas: “Todavía estamos lejos de la normalidad plena tanto a nivel epidemiológico como hospitalario”, indica Casado. En estos momentos el 29% de los ingresados en la UCI tiene menos de 60 años por lo que hay que esperar si los nuevos contagiados de estos días tras el fin del estado de alarma serán leves o asintomáticos o acabarán requiriendo ingreso en los hospitales.
Casado incide en que la reducción de la presión y los contagios es un “claro impacto” de la vacunación. Y poco como ejemplo algunos datos; Actualmente la comunidad tiene un 0% de brotes sociosanitarios, donde todo el mundo está vacunado, y los fallecidos han descendido del 9,1% al 1,4% del total de vacunados y del 20,6% al 10,2% del total de los ingresados en apenas 4 meses.
La consejera está “muy satisfecha” con un ritmo de vacunación que, asegura, no es mayor porque no llegan dosis. Casado ha respondido a la constante polémica sobre el ritmo de vacunación entre provincias aseverando que “las diferencias se deben únicamente a las diferencias en las pirámides de población”. “No se pueden comprar provincias”, reitera.
Castilla y León está a la espera de que el TSJ evalué su petición de limitar las reuniones sociales en el horario en que la hostelería debe estar cerrada (de 1 de la madrugada a 6 de la mañana). Considera Casado que en estos días “ha habido más contacto social del recomendable” y pide a los ciudadanos mantener las precauciones porque, aunque estamos cerca del fin de la pesadilla “todavía queda”.