El 4G llega al 40% de la provincia: ¿Para cuándo una conectividad total?

En la provincia de Soria hay unas 40 zonas de sombra que no tienen cobertura de Internet. Algunas de ellas son muy extensas, como el entorno de la Laguna Negra y la sierra de Cebollera, Tierras Altas, comarcas de Gómara y Vicarías, la sierra Pela y su área de influencia, municipios de la Ribera del Duero...

“No me equivoco mucho al decir que el 40% de la provincia no tiene cobertura 4G, que es la calidad que se necesita para realizar teletrabajo con unas mínimas garantías”, señala Salvador Habib, responsable de la nueva operadora Soria Phone, una joven empresa que comenzó su actividad a finales de enero.

Aún siendo consciente de las dificultades de la orografía de Soria, muy montañosa e irregular, que propicia la existencia de numerosos ‘baches’ de conectividad, Salvador Habib considera que dar cobertura de telefonía móvil e internet a la provincia “es mucho más sencillo y más económico de lo que parece. Tenemos la tecnología, las alternativas y la infraestructura básica para conseguirlo”.

“Tiene que haber ganas. Pero creo que las ganas han estado equivocadas. Las administraciones se han dejado aconsejar por las grandes compañías, que solo buscan el interés económico y el beneficio, no resolver un problema de servicio que tiene una provincia como Soria. Si no les interesa económicamente, no se molestan”, señala.

“Por mucho menos dinero del que puede pensarse, es posible dotar al 99% del territorio de Soria con velocidad 4G. Es cuestión de querer y de ponernos a trabajar”, asegura el responsable de Soria Phone.

SENTIDO COMÚN

De manera similar se ha expresado el gerente del Programa de Desarrollo rural (Proder) Tierras Sorianas del Cid, Javier Martín, que lleva años trabajando y buscando la manera de dar cobertura de internet al medio rural, más concretamente a las comarcas sorianas de la Ribera del Duero.

“La situación ha cambiado mucho. La tecnología nos ofrece soluciones. No a la velocidad y al ritmo que nos gustaría en toda la provincia, pero las alternativas están. Otra cosa es que nos pongamos a ello. De lo que se trata es de ver qué se adapta mejor a las necesidades de cada sitio”, porque soluciones hay, con actuaciones puntuales a través de pequeños repetidores, o vía satélite, muy mejorada en los últimos años.

Eso sí, Javier Martín pide sentido común a la hora de gestionar la cobertura y la conexión, para ser eficientes y racionalizar los costes. Por ejemplo, se refiere al sinsentido de que se haga un doble cableado de la fibra óptica en el casco urbano de San Esteban de Gormaz, por dos compañías, pero no llegue a los polígonos industriales, que es donde más se necesita. Asimismo, recuerda que la fibra óptica de El Burgo de Osma no llega a algunos bloques de viviendas.

A pesar de que la Diputación Provincial y no pocos ayuntamientos están haciendo esfuerzos económicos para llevar una buena conexión a los vecinos, tanto Salvador Habib, como Javier Martín, piden “reflexión” para gestionar adecuadamente la implantación de este servicio de internet, indispensable para afrontar el futuro de la provincia de Soria y el asentamiento poblacional en el medio rural.

Ambos son partidarios de buscar opciones alternativas a las grandes compañías, a través de pequeñas operadoras de telefonía móvil o empresas de nicho que ofrecen conexiones de internet mediante repetidores, que aprovechan las señales que ya existen.

ESTRATEGIA

En el caso de la joven operadora Soria Phone, que cuenta ya con unos 200 clientes, explica que la estrategia ya no es poner grandes antenas e infraestructuras, porque lo que hay es suficiente. Indica “que la idea no es instalar estaciones base, que valen mucho dinero, unos 200.000 euros. Con ese dinero podemos dar servicio a más de una veintena de pueblos que no tengan ninguna cobertura, siempre que haya señal en un radio, que es lo que suele ocurrir casi siempre”.

Lo que hay que hacer es aprovechar esa señal existente, y colocar repetidores liberalizados que pueden aprovechar ondas de diferentes compañías. Estos repetidores tienen un precio de unos 13.000 euros, y cubren unos dos kilómetros, un presupuesto razonable y asumible para un pueblo, aunque tenga pocos vecinos y, por tanto, escasos clientes potenciales, a los que se les instala un router de tarjeta SIM, que da buena calidad de conexión.

Una opción “que va unido a unos precios razonables y muy competitivos, porque para nosotros prima un servicio que va ligado al compromiso con la provincia. El beneficio económico no es lo prioritario”, asegura Salvador Habib. En este sentido, afirma que “nuestra modesta operadora tiene la coletilla de ‘sin ánimo de lucro’, porque el fin es reinvertir en infraestructuras, descuentos a clientes, personal... Por supuesto, tenemos que vivir de nuestro trabajo, pero nuestro compromiso está ahí, por lo que tenemos estipulado que nuestro beneficio es un 10%. Es nuestra filosofía”.

Las circunstancias demográficas, socioeconómicas y orográficas de la provincia de Soria son las que son, “que no deberían ser motivos y excusas para que nuestros pueblos y sus vecinos no dispongan de una conectividad digna”. Al contrario de lo que ocurre con el agua o la luz, internet no está considerado un servicio público esencial por la legislación, indica Javier Martín. Por tanto, no obliga a las instituciones a tener que darlo.

Algunas legislaciones de otros países, o incluso de comunidades autónomas de España, sí consideran tener internet como un derecho universal, lo que puede dar una mayor fuerza moral, pero en ningún caso obliga a las administraciones. Queda la responsabilidad política ante los vecinos y la apuesta por un futuro donde no escaseen las oportunidades.