El sindicato también pide una formación adecuada y continua para el puesto, además de un equipamiento más completo, ya que el actual carece de EPIs.
Tomás Pérez Urueña, Secretario General de UGT Servicios Públicos de Castilla y León; Carlos Arenas Vázquez, Secretario de Acción Sindical y Administración Autonómica de UGT Servicios Públicos de Castilla y León y Juan Antonio Azpeleta de la Cueva, conductor de autobomba de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han ofrecido hoy una rueda de prensa para analizar la campaña de incendios de 2021.
“Es una pena que CyL, con una gran masa forestal y cuya base económica es el sector agroalimentario y, por tanto, el campo, cuide tan mal de su medio natural” ha comenzado diciendo el Secretario General de UGT Servicios Públicos en Castilla y León, para añadir que “la JCyL presenta cada año su rueda de prensa con sus helicópteros y sus supuestos medios y piensa que ya tiene la campaña hecha, pero es tan importante el cuidado en invierno como en verano.
Por eso, desde UGT expresan que no debería existir una campaña, sino que el cuidado forestal debería llevarse a cabo todo el año. "Sin embargo, apenas subcontratan empresas privadas para desarrollar esta labor de cuidado y limpieza en periodo estival”, afirma el sindicato.
Juan Antonio Azpeleta, fijo discontinuo de la campaña antiincendios, ha expuesto cada una de las reivindicaciones del colectivo. De hecho, la primera de ellas es el reconocimiento de la categoría de bombero forestal, categorizada por Real Decreto ya en 2010 y que aún no se ha implementado en ningún lugar de la comunidad.
También piden desde el sector una formación adecuada y continua al puesto “ya que la actual es muy exigua” puesto que dura apenas 8 horas y se repite “exactamente la misma formación” al cabo de 4 años.
Además, según denuncia el trabajador, el equipamiento carece de EPIs y está obsoleto. En este sentido, demandan, al menos, una botella de oxígeno por camión, algo que actualmente ni siquiera se cumple. Tampoco hay luz eléctrica, ni agua corriente, ni duchas en las instalaciones de los trabajadores del servicio, por tanto, carecen de unos mínimos que les permitan desarrollar su labor “en condiciones”.
En el mismo sentido, desde UGT han querido defender “un operativo de prevención y extinción de incendios 100% público”. Y es que, actualmente, la alta tasa de interinidad que lleva vigente desde 2007, impide que se renueve o consoliden las plazas “para trabajar, en muchos casos, apenas 3 meses al año”.
Asimismo, y en la línea de lo comentado por Tomás Pérez Urueña, Azpeleta ha exigido una campaña anual que no se limite exclusivamente a la extinción estival de los incendios, si no que permita el mantenimiento y la prevención de montes y campo, lo que, por otra parte, “permitiría fijar población y crear empleo de calidad”.
Para concluir su intervención, Azpeleta ha tenido unas palabras destinadas al último incendio acaecido en Salamanca hace apenas unos días: “den más meses de trabajo a quiénes se encargan de los incendios. Lo lógico es que estén en activo plena ola de calor. No hacerlo es una temeridad”.
Carlos Arenas ha sido el tercero en tomar la palabra para aseverar que “parece que nos encontramos en el día de la marmota en el que año tras año venimos a reivindicar la lamentable situación de los trabajadores y de nuestros montes. En 2008 conseguimos un acuerdo para mejorar los equipos de extinción de incendios y su situación laboral que se incumplió”.
Siguiendo el mismo argumento, Arenas ha denunciado que “nos encontramos en una situación de cambio climático que provoca olas de calor extremo que conocemos de antemano y, sin embargo, en Peña de Francia hace apenas unos días, esperaron demasiado tiempo para pasar de grado bajo a grado extremo de alerta cuando el incendio ya se había ocasionado”.
La causa, según explican desde el sindicato, es que “no hay sistema de escuchas de alerta porque aún no están trabajando y, por eso, se producen los incendios”. La conclusión parece clara para la organización sindical: “no hay una gestión adecuada. Tampoco ha habido una tarea previa de limpieza y prevención. A día de hoy, deberíamos ya tener el estado de alerta máximo y solo se ha decretado el nivel de alerta medio el pasado 10 de junio. Estamos jugando con nuestra masa forestal y con la vida humana”.
Para finalizar, Pérez Urueña ha querido incidir en el hecho de que Castilla y León tiene “auténticos paraísos naturales que parece que le importan tres pepinos a la Administración de Castilla y León. Es necesario cuidar de los bosques los 365 días al año y la Junta debe crear un cuerpo de bomberos forestales que intervengan todos los días del año para salvaguardar nuestro entorno”.
Para sentenciar y en referencia al reconocimiento de la categoría laboral citada al inicio de bombero forestal, Urueña ha reprochado que, en Castilla y León, “llevamos 11 años de retraso”.