Patrimonio autoriza también la mejora del entorno del monasterio de San Juan de Duero y la restauración de un retablo de Santa María la Mayor.
Este jueves, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural ha dado luz verde a la la mejora de accesibilidad en el entorno de la ermita de la Soledad, en una actuación promovida por el Ayuntamiento de Soria. A tal fin serán instaladas sendas barandillas en el acceso por el paseo del Espolón. El objetivo es dotar de una mayor accesibilidad a ese espacio, que salva el desnivel existente con dos tramos de escaleras de tres peldaños cada uno, pero que solo cuenta con una barandilla en el centro del primero de ellos. Se realizará la instalación del modelo de barandilla empleado en diversas ubicaciones del parque de la Dehesa, con pasamanos a doble altura, ejecutado en hierro, y en este caso, pintado en negro para minimizar su impacto visual. El anclaje será directo al suelo.
Obras de mejora en el entorno del monasterio de San Juan de Duero
La Comisión ha autorizado igualmente varias obras de mejora en el entorno del monasterio de San Juan de Duero, también a instancias del Consistorio. Se actuará en los accesos y su muro, jardines donde se ubica la estatua de Bécquer y acondicionamiento del espacio actual del aparcamiento, con madera tratada para la delimitación de las plazas. Las gravas de aporte necesarias para el reacondicionamiento del firme no tendrán tonalidad blanquecina.
Retablo en la iglesia de Santa María La Mayor
Del mismo modo, ha sido dado el visto bueno a la restauración del retablo de la Virgen del Pilar, situado en la iglesia de Santa María La Mayor de la capital, promovida por la parroquia de la citada iglesia. El tratamiento incluye las fases adecuadas para ejecutar la restauración, como son desinsectación, fijación de policromías, revisión y asentamiento estructural, limpieza y protección.
Dos de las esculturas de bulto redondo que componen el retablo ya han sido restauradas por la misma profesional en otra fase. Se debe aclarar el tratamiento del tablero añadido que tiene el retablo en los lados, para cerrar las zonas que en otro momento estuvieron embutidas.