La región es un territorio privilegiado porque las zonas de baño naturales son abundantes y son de una belleza exquisita.
Al verano le ha costado hacer acto de presencia en Castilla y León, pero a partir de este fin de semana brillará el sol con intensidad y los termómetros ascenderán a lo largo y ancho del territorio.
Los castellanos y leoneses comenzaremos, como los caracoles, a salir buscando los rayos del sol y, gracias al rico patrimonio natural de nuestra comunidad, tendremos la suerte de poder encontrarlo en entornos de ensueño. Lugares que, además, ofrecen la posibilidad de disfrutar un refrescante baño con familia o amigos.
En la provincia de Ávila es famosa la piscina natural conocida como Charco del Risquillo. Enmarcada en el valle del Tiétar, una de las mejores zonas para darse un chapuzón en alguna de sus pozas, la más cercana a la localidad de Guisando destaca por sus dimensiones, que permiten incluso nadar de forma cómoda.
Sus aguas, aunque un poco frescas, son completamente cristalinas. Otro punto a favor es que la zona, por el momento, no se ha masificado, por lo que es casi un lujo sumergirse en estas piscinas naturales rodeadas de pinos.
En la comarca burgalesa de Las Merindades, encontramos en la localidad que le da nombre, la Cascada de Pedrosa de Tobalina. Durante el invierno, contemplarla es todo un espectáculo por su derroche de fuerza y belleza. Y en verano, sus aguas mansas la convierten en una más que apetecible piscina natural. También conocida como cascada del Peñón, su salto de agua impresiona, con más de 100 metros de ancho y casi 20 metros de altura.
No tiene pérdida y supone todo un regalo para disfrutar en cualquier época del año. No obstante, en verano se transforma en un tesoro que vuelve locos a los más pequeños y deleila a los mayores por su increíble escenario.
La playa fluvial formada a la orilla de la piscina natural de Vega de Espinaredasta alcanzó la fama hace ya siete décadas. Es una de las más grandes de la comarca de El Bierzo, lo que la ha llevado a encabezar también el ranking de las más concurridas de la provincia.
El entorno del río Cúa, donde se ubica esta playa fluvial, hacen que sume puntos en atractivo. Además, cuenta con todos los servicios necesarios para facilitar el baño. Entre ellos, una pasarela de madera para acceder a la zona y una gran zona verde donde relajarse y tomar el sol.
En la provincia de Palencia escogemos una opción para los más aventureros. A la Cascada Mazobres se llega después de un increíble paseo por una ruta de unos 6 kilómetros. Es un trayecto cómodo, sin grandes desniveles, pero con pocas zonas de sombra. Por ello, al llegar hasta el salto de agua se convierte en un placer indescriptible el poderte sumergir a sus pies.
Además, si se elige bien la hora del día, algún ejemplar de fauna local puede dejarse ver para redondear la jornada.
La playa natural del Rostro es simplemente espectacular. Se ubica en plenas Arribes del Duero, en Aldeadávila de la Ribera, y es uno de los lugares de baño naturales más reputadas de la provincia salmantina.
A ella se accede por una pista desde la propia localidad que desciende de forma vertiginosa hasta la misma orilla del río Duero, en el mismo punto donde forma un meandro. Como curiosidad, apuntar que la arena que usan los bañistas para disfrutar del sol, se trasladó hasta allí desde otro lugar.
El visitante puede completar la visita con un viaje en barco y contemplar la presa de Aldeadávila desde la mejor perspectiva.
El factor diferencial de las piscinas naturales de la segoviana Fuente de la Salud es que sus aguas son minerales y termales. Se ubican en el municipio de Sepúlveda y no te las puedes perder.
Debe su fama las cualidades de su agua, de baja mineralización y con propiedades terapéuticas. Además son aguas cálidas, lo que hace que este paraje sea el escogido por muchos en verano, y también cuando este llega a su fin. Es el enclave perfecto para relajarse.
En Soria, la Playa Pita es la zona de baño del verano por excelencia. Es un pequeño paraíso en el Pantano de Cuerda del Pozo y Pinar Grande y está muy concurrida durante los meses estivales porque aquí no solo se puede tomar el sol y darse un refrescante baño. Hidropedales, piraguas y otros deportes náuticos pueden ser el complemento perfecto para una jornada con comida o merienda incluidas.
El único espacio natural declarado para el baño en la provincia de Valladolid es el Embalse de San José, situado a 2 kilómetros de la localidad de Castronuño. Además de ser un punto fantástico para disfrutar de un buen baño, también dispone de meredendero. Planificar una comida con amigos o familia puede convertir la jornada en redonda.
En el entorno existen también varias rutas de senderismo que enlazan con bastantes lugares de interés.
Concluimos este listado en la provincia de Zamora y no podemos dejar de mencionar el Parque Natural del Lago de Sanabria. Este cuanta con cuatro grandes playas fluviales en los que la vegetación y el agua se dan la mano en perfecta armonía. Estas son las de Arenales de Vigo-Los Enanos, El Folgoso, Custa Llago y Viquiella.
En los meses de verano la temperatura es muy agradable, las aguas son limpias y el entorno cuidado. Además, sus grandes dimensiones permiten todo tipo de actividades deportivas acuáticas, como el buceo o el piragüismo, por lo que la diversión está asegurada.