Y los árboles conquistaron La Dehesa

9,23 hectáreas. Se dice pronto, pero cuando lo traducimos en el espacio, se traduce en casi 13 veces el campo de Los Pajaritos. La Alameda de Cervantes, no es solo uno de los espacios más emblemáticos de la capital, también se trata de uno de los jardines públicos más antiguos de España y de Europa.Este emplazamiento da cobijo a nada más y nada menos que 83 especies de árboles distintas, y pertenecientes a la flora castellanoleonesa

Por ello, y con motivo del Día Internacional del Árbol, desde Soria Noticias hacemos un repaso de las especies más curiosas que pueblan La Dehesa.

La secuoya

La más antigua fue el Árbol de la Música, un olmo que vivió más de 300 años. Estas especies pueden llegar a medir más de 90 metros y podemos encontrarlas coronando el alto de La Dehesa. El clima de Soria es ideal para que este tipo de árbol pueda desarrollarse con tranquilidad: veranos suaves e inviernos muy fríos.

Ginkgo

Es uno de los árboles más curiosos que podemos encontrar en La Alameda de Cervantes. Es originario de Japón y muchos lo describen como “el árbol que nunca muere” gracias a su longevidad. De hecho, según un artículo de la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy Sciences of the United States of America) sostiene que algunos de los mecanismos moleculares de este árbol permiten que este árbol pueda morir en caso de enfermedad, pero no de senectud.

Castaño de Indias

Fuente: Elige Soria

Se trata del árbol más común en la Alameda de Cervantes. Es majestuoso y puede alcanzar los 25 metros de alto. Sus frutos, las “castañas pilongas”, florecen en verano y, aunque no son comestibles, sus semillas contienen flavonoides, saponósidos, taninos y minerales, elementos indicados para tratar quemaduras leves, calambres e incluso venas hinchadas.

Jabonero de la china

Se trata de un árbol de crecimiento lento y gran longevidad y debe su nombre a la presencia de saponina en sus órganos, una sustancia que provoca espuma y se usaba para limpiar en tiempos pasados. Se trata de un árbol frondoso y muy resistente a la contaminación urbana aunque, si eres muy alérgico, lo mejor será alejarte de él cuando e polen acecha.