Hoy la comunidad reporta el doble de contagios que la pasada semana. Preocupan especialmente los jóvenes y las personas con una única dosis administrada que son más vulnerables a las nuevas variantes.
La Junta de Castilla y León da casi por descartado avanzar en la desescalada esta semana. La “tendencia cambiante” de la incidencia en los últimos días lleva a la Junta a ser prudente. “A todos nos gusta dar buenas noticias, pero hay que darlas cuando la situación lo permite”, ha explicado hoy la consejera Verónica Casado en una rueda de prensa.
Las expansiones de las nuevas variantes del virus hacen pisar el freno después de que se barajase la posibilidad de que Castilla y León entrará en situación de nueva normalidad este próximo jueves. “Desde luego este jueves no creo que nuestros indicadores permitan bajar de nivel”, señalaba Casado que mira con preocupación los ejemplos de Portugal y Reino Unido.
La incidencia a 14 días en la región es de 68,5 casos por cada 100.000 habitantes y el descenso se ha pausado. Solo 4 provincias, Ávila, Palencia, Segovia y Soria están en nivel bajo, mientras el resto permanecen en nivel medio. Como ejemplo, hoy Castilla y León ha reportado 230 casos nuevos, el doble que hace una semana.
La mayoría de los casos son de brotes importados y afectan a los más jóvenes. El 40% de los nuevos contagios tienen entre 16 y 20 años. Un aumento de los contagios que no está suponiendo un gran aumento de la presión hospitalaria (los jóvenes aguantan mejor la embestida del virus) pero que se ve con preocupación. Si el número de contagios acaba aumentando mucho, terminaran llegando los casos graves.