Concluyen las obras de restauración en la iglesia de San Martín de Tours, en Berzosa
Una imagen de la visita oficial al templo este miércoles. /Jta.
La Junta invierte una partida de 24.575 euros, para sustituir la escalera de acceso a la torre a la vez que ha sido adecuado el interior de los muros.
La delegada territorial de la Junta, Yolanda de Gregorio, ha visitado esta mañana la iglesia de San Martín de Tours, en la localidad soriana de Berzosa (municipio de El Burgo de Osma), donde han finalizado las obras restauración para corregir varios desperfectos ocasionados por el paso de los años. También han asistido el alcalde en funciones de El Burgo de Osma, Luis Cuesta; el concejal burgense, Miguel Cobo; el representante de la Diócesis de Osma-Soria, Jesús Florencio Peña; el jefe del Servicio Territorial de Cultura y Turismo, Carlos de la Casa; representantes de la empresa adjudicataria, técnicos de Patrimonio y vecinos de la localidad.
La Consejería de Cultura y Turismo adjudicó estas obras, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), a la empresa Construcciones y Restauraciones Rafael Vega S.L., por un importe de 24.574,71 euros y con un plazo de ejecución de tres meses.
La iglesia de San Martín de Tours, declarada Bien de Interés Cultural el 20 de abril de 1983, es un edificio sencillo de una sola nave cubierto con armadura de madera.
En este templo se distinguen dos fábricas, la románica y la barroca. En su costado meridional se ubica una galería porticada románica con siete vanos con arcos sobre columnas. Los capiteles son de labra sencilla con motivos vegetales, y los ábacos y cimacios son lisos. La portada de la iglesia en el interior del pórtico es abocinada y enmarcada con dos machones cuadrangulares y tejaroz ajedrezado. Consta de tres arquivoltas aboceladas que se apoyan sobre columnas, tres a cada lado, y los capiteles de los extremos presentan hojas de acanto.
La torre en el frente sur se edificó en el siglo XVIII y tenía el acceso desde el pórtico a través de una escalera de madera con descansos, muy inestable por su falta de mantenimiento y con muchas tablas en un considerable estado de pudrición. Las bóvedas de yesería, reestructuradas en el siglo XVII, presentaban manchas de humedades y otros daños estéticos ya solucionados con la interposición en la cubierta de una lámina impermeabilizante en los años noventa, pero que también requerían de su subsanación estética.
Trabajos de picado, rascado y sustitución de los testigos
Para la reparación de estos desperfectos se ha procedido al adecuado picado de abultados y resaltes de importancia, el rascado de pinturas interiores hasta su completa eliminación, el rascado de pinturas en bóvedas y la deshumidificación de muros mediante la aplicación de consolidantes, además del revestimiento de la zonas limpiadas con pinturas mineral a base de silicatos plásticos. También se ha llevado a cabo la renovación de los testigos de fisuras para la comprobación de la existencia de movimientos diferenciales en las mismas, sustituyendo los anteriores testigos de yeso, colocados en el 2015, que habían perdido su utilidad.
En la zona de acceso a la torre se ha procedido a la retirada de la escalera de madera, dado su nefasto y peligroso estado de conservación, implementando un nuevo acceso del mismo material debidamente asentado sobre una base de hormigón armado.