Los tatuajes se han hecho un hueco en la vida de Soria

El 17 de julio se celebra el Día Internacional del Tatuaje en todo el mundo. En Soria, estas “calcomanías”, como se conocían en el pasado, se han ido abriendo un hueco importante en la vida de muchos sorianos.

José Moreno, tatuador de la ciudad en Medusa Tattoo, expone que con el paso del tiempo “la gente ha ido adentrándose en la cultura de hacerse tatuajes, aumentando en consideración el número de personas que se los realizan”.

En ese sentido el tatuador explica cómo se ha normalizado este hecho: “Es mucho más normal hacerse tatuajes ahora que hace 15 años sobre todo en el tema laboral. Ahora mismo hago tatuajes a gente de 70 años”.

Respecto a esa “normalización”, Moreno piensa que “a base de ver a gente tatuada por la calle”, el resto se han ido acostumbrando y perdiendo el prejuicio de que eran “cosa de delincuentes o presidiarios”.

Imprescindible ser original

Hoy en día una persona puede tatuarse prácticamente cualquier cosa en su cuerpo. En el caso de José Moreno, los diseños que realiza están relacionados con el realismo. Entre los sorianos, destaca que los tatuajes que más se llevan son el caballo de la ciudad, “como recuerdo” o algún guerrero celtíbero.

En otras ocasiones, muchos clientes le piden diseños originales. En ese caso, es el momento de pensar e indagar en el interior de la persona para conocer qué tipo de tatuaje es el más indicado. “Es mi enfermedad, estoy pensando constantemente en probar nuevas cosas. Lo más importante es evolucionar, si te estancas llegas a un momento en el que pierdes la pasión”, manifiesta.

Una vez el cliente está de acuerdo es hora de comenzar a plasmarlo en su piel. El trabajo en su taller puede variar en función del tipo de tatuaje que va a ejecutar. “En un día puedo hacer uno de muchas horas o 6 que duran muy poco”, afirma Moreno. Respecto al tiempo, el tatuador confiesa que el tatuaje que más le ha costado hacer ha durado unas 50 horas, dividido en sesiones que alcanzaban hasta las 7 horas diarias.

Dependiendo del tamaño y del tiempo invertido el precio de los tatuajes que realiza Moreno varía mucho. El coste base de los más baratos oscila los 50 euros.

Entre los favoritos de José Moreno están una valkiria que realizó en la espalda de una chica, varias composiciones realistas o animales como lobos y leones.

Experiencia propia

Su gusto por el dibujo le hizo poco a poco ir adentrándose en este mundo. Mediante conversaciones con su tatuador de Calahorra, Moreno comenzó a practicar comprándole una máquina. “Al principio usaba piel de cerdo para hacer los tatuajes y luego iba engañando a algún amigo. Ya llevo 13 años trabajando de esto”, explica.

Ese gusto por la tinta lo traslada hasta su cuerpo. En la actualidad, tiene un brazo entero tatuado, otro grande en el pecho y dos tatuajes más. Entre sus gustos destacan los blancos y los negros que llevan al surrealismo a través de la imaginación.

Durante el tiempo que lleva trabajando como tatuador, José Moreno ha aprendido que debe ser compresivo con la gente. Muchas personas que llegan por primera vez a su taller tienen miedo­: “Una vez terminamos me dicen que no dolía tanto como pensaban, aunque también es cierto que hay personas que su piel no los tolera bien”.

En su Día Internacional, José Moreno manifiesta los sentimientos y significados que guardan los tatuajes para muchos sorianos. Hoy 17 de julio y tras mucho camino recorrido, las antiguas calcomanías se han hecho un hueco en los corazones de las personas que han decidido dar el paso de hacerse uno.